¿Cómo se duerme en el espacio?

Estoy seguro de que no soy el único que siente una increíble curiosidad por saber cómo es estar en el espacio: poder flotar en el vacío, ver lo que muy pocos han visto o vislumbrar sin obstáculo alguno la majestuosidad del planeta en que vivimos… Son muchas las posibilidades y muy pocos los afortunados que las viven. No obstante, gracias a organizaciones como la CSA – ASC (siglas en inglés y francés respectivamente de la Agencia Espacial Canadiense) y a Internet, saber qué se siente al vivir dicha experiencia es un poco más fácil. Y es que, gracias a la colaboración del astronauta Chris Hadfield, toda una eminencia entre los astronautas canadienses y que se encuentra ahora mismo en la ISS, han empezado a colgar en su canal de Youtube diversos vídeos sobre cómo se hacen en el espacio algunas de las cosas más simples y cotidianas de nuestra rutina. Hace pocos días tuvo mucha repercusión uno en el que explicaba las dificultades con las que se encuentran los astronautas si necesitan hacer algo tan simple como llorar, y que podéis ver aquí:

Pues bien, hace pocos días colgaron un vídeo nuevo en el que cuentan como se las apañan en el espacio para esa cosa tan necesaria que tan poco valoramos un sábado por la noche y tantísimo cualquier día laboral por la mañana: dormir.

Dormir en el espacio

Uno puede pensar que, con el dinero que cuesta la exploración espacial, los astronautas dormirán en cámaras presurizadas, con gravedad artificial y preparadas para atender todo tipo de lujos y necesiadades, para que puedan así sentirse como en casa y no verse afectados por un cambio tan radical. También habrá otros que pensarán que no hace les falta tanto lujo y con una cama y cuerdas para atarse y no salir volando les sobra. Y es increíblemente lo cerca que están de la realidad.

Como el propio Hadfield explica, en la ISS hay situados en dos de los módulos unas cámaras en las que los astronautas que estén allí destinados duermen. Y dichas cámaras son, ni más ni menos, pequeños cubículos con paredes acolchadas y un saco de dormir atado a la pared. Aunque a simple vista pueda parecer incómodo, él asegura que no lo es para nada, sino todo lo contrario. ¿Qué necesidad hay de tener un colchón o una almohada al que dormir pegado, cuando puedes simplemente relajarte y dejarte llevar por la poca gravedad imperante? Seguro que pocas cosas hay más cómodas que el aire.

Podéis comprobar vosotros mismos cómo son dichas cámaras para dormir en el vídeo original, cuyo link podéis encontrar en la fuente. Como dato off-topic y que al menos a mí me parece curioso, atentos alrededor de 1:30 el desplazamiento que realiza sin hacer apenas fuerza para impulsarse; una prueba bastante visual de la poca gravedad que hay en el espacio.

Dicho esto, os dejo ya el vídeo para que lo comprobéis por vosotros mismos. ¡Espero que disfrutéis viendolo!

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