Hace una semanas hablábamos de las posibles alteraciones cerebrales que tenían lugar en las personas con disforia de género (transexualidad). Como ya comentamos, estos pacientes no se sienten identificados con su sexo biológico, y esto se junta muchas veces con la ignorancia e incomprensión de las personas que tienen alrededor, cosa que ocasiona que la frecuencia de depresiones y otras alteraciones psicológicas estén más presente en este grupo de población, sobre todo durante la juventud, donde todos estos temas son mucho más complicados para el individuo.
Como también comentamos, el tratamiento de la misma se basa en la toma de hormonas sexuales y en una complicada y laboriosa cirugía de reasignación de sexo. Como cabría esperar, en un estudio reciente se ha comprobado que las alteraciones tales como la depresión y ansiedad relacionadas con la disforia de género mejoran de forma importante con el diagnóstico y tratamiento precoz de estos pacientes.
Los jóvenes con disforia de género necesitan un cuidadoso enfoque integral y multidisciplinar, ya que necesitan profesionales experimentados en el campo de la endocronología, psiquiatría, cirugía y medicina de atención primaria.
Estudio con niños transexuales
En el estudio participaron 42 niños. El 62% de ellos (26 pacientes) tenían depresión, ansiedad o ambos e intentos de autolísis. Además, 11 pacientes asociaban trastornos psiquiátricos como TDAH, trastornos del espectro autista y trastorno bipolar.
Muchos de estos niños sufren acoso, discriminación, aislamiento y falta de apoyo y comprensión, cosa que muchas veces hacen que los padres puedan negarse a entender a sus hijos y pensar que es “sólo una fase” y que con el tiempo desaparecerá, cosa que hace que se diagnostique más tarde, en momentos dónde el individuo ya tiene una depresión grave ó haya tenido algún intento suicida, momento en el que el psiquiatra lo evalúa y lo diagnostica. Por tanto, con el diagnóstico tardío, el pronóstico del trastorno empeora.
Volviendo al estudio, 29 de los 42 niños del estudio estaban haciendo una transición de chica a chico y los 13 restantes, de chico a chica.
El tratamiento consistió en dar agonistas de la hormona liberadora de gonadotropina (GnRHa), mediadores de las hormonas sexuales a 7 de los pacientes, suponiendo un “bloqueador de la pubertad” y hormonas del sexo opuesto para los otros 32 pacientes. Por otra parte, 2 pacientes tomaron ambos tipos de hormonas. La edad media para iniciar el tratamiento para suprimir la pubertad fueron de 12,5 años y para el tratamiento con hormonas del sexo opuesto de 16,5 años. A dos pacientes (16 y 18 años) que cambiaron de chica a chico se les hizo cirugía para quitar los pechos. Muchos otros quisieron la misma cirugía, pero su seguro en ese momento no se lo cubría.
Hasta la fecha, ninguno de los 42 pacientes se ha arrepentido del paso que dieron, de hecho el seguimiento por parte de salud mental de los mismos reveló que con los tratamientos, los trastornos como la depresión, ansiedad y los cortes mejoraron al menos en 2 de cada 3 pacientes.
Desde que se empezó a tomar más consciencia y respeto a los pacientes con disforia de sexo, las consultas y los tratamientos por este motivo han aumentado muchísimo y con ello la calidad de vida de los mismos. No hay nada mejor que la compresión, empatía y ganas de ayudar para poder cambiar de forma radical la vida de estas personas.
Fuente | EurekAlert!