La educación emocional es de total importancia en la vida de los más pequeños de la casa, y su desarrollo emocional dependerá en gran medida de lo qué como adultos podamos trasmitirles y ayudarles. Los niños necesitan saber qué les pasa y adquirir herramientas para poder afrontarlo.
Deberíamos empezar por hacernos preguntas tales como ¿Identifica mi hijo/a todas las emociones? ¿Sabe trasmitir aquello que le ocurre? ¿Está emocionalmente contenido? y muchas otras preguntas que nos pueden ayudar a ponernos “manos a la obra”
Es muy importante tener en cuenta que si bien el centro educativo es muy influyente en la educación emocional de los niños, tiene que empezar desde casa desde que los niños tienen 0 años. Si hay un entorno donde es imprescindible que se dé el desarrollo de competencias emocionales, este es el de la familia.
Educación emocional: ¿Cómo puedo hacerlo?
1. Ayúdales a identificar la emociones: Digamos que es el primer paso, los niños tienen que aprender a reconocer las positivas y las negativas e intentar trasmitir aquello que les ocurre. Podemos jugar junto a ellos a “descubrir emociones”, podemos tener en una pizarra cada día una tabla de emociones, o fabricar en familia un “emocionario”.
2. Ser un modelo de comportamiento: Como padres o tutores tenemos que estar constantemente pendientes de nuestras propias emociones, ¿Cómo me siento? ¿cómo lo expreso? ¿Cómo lo percibe el niño/a?. Somos el primer y principal modelo de conducta, por lo qué será primordial que sepamos gestionar nuestras emociones. Aprende tú también a controlar enfados, a expresar amor, a hablar de lo que te ocurre.
3. Las emociones no son ni buenas ni malas: Es importante que los niños sepan que todas las emociones son dignas de ser sentidas, que no pasa nada si sienten tristeza y tienen que llorar, no existe ninguna emoción tabú ni que se tenga que esconder. Simplemente tenemos que aprender a controlarlas, no dejar de sentirlas. Si en casa nunca se llora el niño creerá que hace algo malo cuando siente tristeza y tiene ganas de llorar.
4. Infórmate: La cantidad de recursos que tenemos hoy en día pueden facilitarnos mucho el trabajo, busca constantemente nuevas ideas para sorprender a los niños, nuevos juegos, nuevas actividades para que no cese nunca la educación emocional que se reciba en casa.
5. Importante, la causa: Es imprescindible que se les ayudes a detectar la causa de la emoción, que verbalicen qué es lo que les ha causado que se sienten de esa manera, y reafirmando los puntos anteriores, no es malo sentirla, lo malo es el comportamiento que nos puede generar.
6. Más empatia: Para ejercitar la empatía, lo más importante es escucharles de una forma activa, haciendo un ejercicio de comprensión y de respeto mutuos.Es muy importante la empatia para consolidar un buen clima en el hogar.
La clave está en conseguir ser emocionalmente inteligentes, trasmitirlo a los niños y ayudarles en el proceso, herramientas hay muchas, las más importantes: la paciencia y la dedicación.