Todas las vivencias que no se pueden digerir por el día se acaban convirtiendo en pesadillas por la noche. Lo cierto es que los niños más pequeños aún no distinguen fantasía de realidad, y cabe sumar los temores que tienen, tanto al abandono como a la oscuridad, como a los monstruos. Las pesadillas infantiles son uno de los trastornos más comunes de la infancia, y estas se producen en las primeras horas de descanso, la fase llamada sueño REM o fase ligera del sueño. A pesar de que las pesadillas no suelen suponer un riesgo para la salud del niño, sí que pueden provocar un “miedo a irse a dormir” intenso, sobretodo si las pesadillas son frecuentes. Además, las pesadillas nocturnas provocan que el niño esté más cansado, irritable, nervioso etc.
¿Cómo prevenir las pesadillas infantiles?
1. La televisión es el enemigo: Tenemos que vigilar que ven los niños durante el día en la televisión, y jamás tenerla delante antes de dormir o unas horas antes, el simple movimiento de los dibujos basta para excitar a los niños. La televisión no relaja.
2. Tener momentos de tranquilidad durante el día: Si el niño está teniendo pesadillas de forma frecuente, busquemos actividades diarias que le relajen: Manualidades, escuchar musica, yoga, deporte, entre otras, cada niño es un mundo y lo que relaja a uno no le relaja a otro, hay que buscar lo que mejor se adapte a cada niño.
3. No amenazarles con cosas que asustan: “Si no te portas bien vendrá el hombre del saco” entre otras. Esto solo consigue aumentar el temor en niños que creen que el famoso hombre del saco vendrá cuando él se quede solo en su habitación por las noches. Tampoco debemos permitir que amigos o hermanos mayores cuenten a los niños historias de miedo.
4. Tranquilidad y rutina: Es la combinación perfecta para acabar con las pesadillas. Tenemos que procurar que los niveles de activación del niño sean bajos a la hora de irse a dormir, por lo que todo el ritual previo tiene que ser mediante un ambiente tranquilo y constante, se tienen que cumplir siempre los mismos horarios y el mismo ritual antes de irse a la cama.
5. Cuentos: Los cuentos nos transportan a sitios imaginarios muy lejanos, tan lejos como la imaginación del niño quiera llegar. El ultimo paso del ritual para irse a dormir tiene que ser el cuento, es el momento en el que el niño puede relajarse mediante un clima agradable. Siempre cuentos asociados a situaciones agradables.
6. Seguridad: Un muñeco, un cojin, un balón, un trapito, entre otros elementos. Todos los niños tienen al menos un objeto que les brinda seguridad, es importante que se vayan a la cama con él para sentirse más tranquilos y seguros, permite que el niño pueda dormir con su objeto preferido.
7. La decoración importa: Sabanas de superheroes o princesas, o cualquier personaje favorito, habitación decorada al gusto del niño. Es importante que el niño esté a gusto en su habitación, que le resulte un lugar agradable y no solo el sitio en el que duerme y tiene pesadillas. Es importante que durante el día pase algún rato en este lugar agradable para que empiece a relacionarlo con algo positivo.
8. Tranquilizarle físicamente: Debido a que las pesadillas suelen aparecer a muy temprana edad, no podemos dar al niño tranquilidad verbal, así que decirle “solo es un sueño” no sirve de nada. El padre y madre tienen que brindarle tranquilidad física tales como abrazos y besos.
Las pesadillas nocturnas irán desapareciendo poco a poco y sobre los seis años los niños ya casi no las sufren, es importante que los adultos que conviven con el niño pongan de su parte para que esta etapa se supere de una forma positiva y con el mínimo de pesadillas posibles.