Esta semana se publica en Science un importante avance conseguido por investigadores británicos de la Universidad de Manchester y es la creación de una molécula artificial capaz de realizar algunas de las funciones de los ribosomas. Aunque aún está lejos de parecerse a un ribosoma natural, ya es capaz de unir aminoácidos y formar pequeños péptidos.
Aminoácidos, péptidos, proteínas y ribosomas
Antes de contaros en qué consiste este nuevo avance hay que aclarar unos cuantos términos importantes para su entendimiento. Los aminoácidos son los elementos más pequeños que forman los péptidos o las proteínas y existen 20 distintos. La unión de varios aminoácidos es lo que va formando los péptidos o las proteínas. La diferencia entre un péptido o una proteína es simplemente el número de aminoácidos que lo forman, estando los péptidos formados por muy pocos aminoácidos y las proteínas por muchos más. El límite entre péptido y proteína no está muy bien definido pero se podría decir que los péptidos están formados por menos de 100 aminoácidos y las proteínas por más de 100.
Los ribosomas son los orgánulos encargados de la fabricación de los péptidos y las proteínas. EL ARN mensajero es el que le dice al ribosoma qué aminoácido unir y en qué orden va y los aminoácidos son suministrados por el ARN de transferencia. En conjunto, esta sucesión de acontecimientos se conoce con el nombre de traducción.
Las moléculas del futuro
La estructura química del ribosoma artificial está basada en el rotaxano. Su estructura es una especie de varilla rodeada por un anillo y unido a un compuesto químico que actúa como brazo mecánico.
La molécula es aún muy primitiva y aún que seguir avanzado para pulir las limitaciones que presenta. Una de ellas es la lentitud, ya que un ribosoma une entre 15 y 20 aminoácidos por segundo, mientras que la molécula artificial une 2 aminoácidos en 12 horas. Está claro que es una gran limitación pero por algo hay que empezar ¿no?
La importancia de este descubrimiento la explica el investigador que ha liderado el proyecto, David Leigh:
“Las aplicaciones directas llevarán algún tiempo, aunque al igual que los robots se utilizan en fábricas para ensamblar las piezas de un coche, algún día será posible usar ‘fábricas’ para hacer moléculas con gran eficacia y eficiencia”.
Fuente: SINC