En algunas ocasiones, cuando nos alejamos del mundanal ruido de las ciudades y vamos a un lugar sin viviendas, en plena naturaleza (estos lugares se encuentran más cerca de lo que pensamos, la sierra de Guadarrama por ejemplo está a menos de una hora de Madrid capital), contemplamos y apreciamos el valor que tiene la naturaleza.
En otras ocasiones, incluso paseando por un parque, podemos contemplar el valor de nuestro entorno. En frente de mi casa hay un parque muy bonito, que tengo la oportunidad de contemplar mientras saco a pasear a mi perro.
En ambos casos, tanto en un lugar alejado, como en uno cercano, podemos llegar a preguntarnos, ¿cuánto vale el medio ambiente? O ¿estaría dispuesto a pagar por mejorar el medio ambiente, no sólo el que está afuera de mi ciudad, si no el medio ambiente urbano, haciendo de mi ciudad una, más sostenible?
En Dakota hay gente dispuesta a pagar más
En un estudio realizado entre el Servicio Forestal de Estados Unidos y la Universidad de Iowa, y publicado en la revista Journal of Environmental Management, se ha comprobado qué cantidad económica estaría dispuesta a pagar la gente por tener mejores condiciones medioambientales en sus lugares de residencia. Esto además ha hecho reflexionar en la cantidad de espacio verde necesitan los residentes de una ciudad.
Heather Sander, de la Universidad de Iowa, y Robert Haight, del Servicio Forestal de Estados Unidos, usaron datos procedentes de 5094 ventas de casas, llevadas a cabo en el estado de Dakota, para evaluar cuánto estaría dispuesta a pagar la gente por beneficios no materiales que los seres humanos obtenemos del ecosistema, como la calidad estética, el acceso a espacios de esparcimiento al aire libre y una cobertura arbórea en los alrededores del vecindario.
¿Cuánto más estaban dispuestos a pagar?
En este estudio se comprobó que los compradores estaban dispuestos a pagar entre 200 y 500 dólares más, por un incremento del 10% en la cobertura arbórea en los alrededores de su vecindario.
Evidentemente cuanto nos vamos a un entorno sin ninguna vivienda, en el ejemplo inicial de la sierra de Guadarrama, estaríamos hablando de un incremento cercano al 100% en la cobertura arbórea en nuestro alrededor; pero haciendo una regla de tres, y aumentando del 10% a un 100% en dicha cobertura ¿estaríamos entre 2000 y 5000 dólares (euros, en el caso de europeos como somos) por vivir en un entorno natural?
¿Qué podemos concluir?
Evidentemente no se trata de que como nos podemos encontrar mejor en entornos puramente naturales, ahora todos nos dirijamos a colonizar la sierra, cosa contraproducente por otra parte, porque lo que seguramente ocurriría, sería que arruinaríamos por completo los ecosistemas naturales que encontráramos.
Una conclusión del estudio es la que cita Michael T. Rains, director del Servicio Forestal de Estados Unidos:
“Este estudio da a las ciudades una herramienta para obtener otra porción de cuánto valen los recursos naturales, valor algo más intangible, y conocer dichos valores reforzará el uso de mejores políticas regionales sobre el terreno”
Y aunque como afirma Robert Haight, las comunidades humanas tienen características únicas, que afectan a cómo los residentes valoran los recursos naturales, y esto hace que el estudio no sea extrapolable a todos los lugares; nos da un indicativo del valor que tiene para nosotros los ecosistemas naturales.
Unido a esto, habría que hacerse una pregunta final, si a todos nos gustaría vivir en un mejor entorno natural, ¿por qué no nos esforzamos en cuidar el medio ambiente local y el global? Puede que sea porque es más sencillo querer algo y no actuar, que trabajar por conseguirlo, pero hay una frase que me gusta mucho, esfuérzate y sé valiente, ¡pongámosla en práctica!
Fuente: Journal of Environmental Management
Imagen: dZoom