¿Cuántos tipos de anticonceptivos existen? (V): Métodos quirúrgicos.

Pasamos a un nuevo capítulo de anticonceptivos donde los métodos ya requieren entrar en un quirófano, con las consecuencias que eso requiere, aunque siendo intervenciones anticonceptivas no es necesario mantenerse demasiado tiempo en el hospital.

Cuando estuve de prácticas en ginecología me di cuenta del poco conocimiento que se tiene de estas técnicas, pero como me dijo la doctora con la que estaba, se debe más al mal nombre que tienen los diferentes métodos que a la información que tienen los pacientes (que también tiene que ver, no nos engañemos). Así pues os contaré los métodos que existen en este ámbito:

Ligadura de trompas: Este método se usa en las Trompas de Falopio de las mujeres, pero de ligar nada (aquí viene el mal nombre). El método consiste en poner clips, anillos, cortar o coagular cada trompa. Es decir, el método es irreversible, no es un nudo y ya está que podamos quitar cuando queramos ni mucho menos, una vez se realiza el método la teoría es que no se podrán tener más hij@s. El inconveniente de este método es el uso de la anestesia i la cirugía, y que no protege contra enfermedades de transmisión sexual. No es una barrera, solo es un corte en el camino de los espermatozoides hacia los ovarios.

Vasectomía: Método usado en los conductos transportadores del semen de los hombres (en los conductos deferentes del escroto, para ser más exactos). Aquí si se produce una ligadura, se atan estos conductos, pero el método es reversible (otro nombre de técnica fallido para confundir más al personal). Como el método anterior, requiere anestesia y cirugía, y no protege contra enfermedades de transmisión sexual.

Dispositivos tubáricos: Este método ya es más novedoso y relativamente nuevo. Consiste en un dispositivo metálico en cada una de las Trompas de Falopio, que produce una fibrosis oclusiva en 3 – 6 meses (durante ese tiempo hay que usar otros métodos anticonceptivos para dejar actuar a este). Digamos que vendría a ser como un tapón en las trompas, en lugar de un corte o ligadura. Como en los dos anteriores, requiere anestesia local o sedación, y tampoco es una barrera contra las enfermedades de transmisión sexual.

Y esto ha sido todo por hoy, en términos quirúrgicos hay poca variedad en referencia a los anticonceptivos, pero poco a poco se va avanzando y se usan nuevas técnicas como la de los “tapones metálicos” que os he explicado al final. En la próxima entrega veremos los diferentes métodos a largo plazo que existen, pero que no usan cirugía.

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