Hoy el tema que nos ocupará será la mayor reserva de calcio de nuestro organismo: los huesos.
¿Cuál es la cantidad de huesos de un ser humano adulto? Pues son en total 206 huesos, menos que en un bebe, pues en los recién nacidos hay 300 muchos de los cuales se soldaran entre ellos hasta llegar a la cifra adulta. De esos 206 hay 26 huesos formando el cráneo, 41 formando la cara, 6 en los oídos y 27 huesos por cada mano y 26 por cada pie.
Si pesáramos únicamente el contenido óseo de un ser humano adulto el peso sería un total de 17 kg de media (no vale el mito de “tengo los huesos grandes”).
Un trocito de hueso soportaría un peso de hasta 9 toneladas sin romperse, el mismo peso que destrozaría un trozo de cemento del mismo tamaño.
El hueso más largo es el fémur (46 cm), el cual une la cadera con la articulación de la rodilla. El más pequeño es el estribo del oído (2,5 mm, tan largo como la punta de un lápiz).
Dentro de los huesos largos tenemos una sustancia blanda, la medula ósea, conectada con el sistema circulatorio y responsable del reciclaje de glóbulos rojos y otras células componentes del sistema inmune.
Un adulto tiene un total de 32 dientes: 8 incisivos (para cortar), 4 caninos o colmillos (para desgarrar), 8 premolares y 12 molares (para masticar). Un bebe solo tiene 20 dientes.
El esmalte dental es la sustancia más dura creada por cualquier animal. Algunos bebes han nacido incluso con la dentadura completa, como el rey Luis XIV.
Tenemos un total de 24 costillas, 12 por cada lado, pero hay personas que poseen hasta 13 costillas (decimoterceras).
Como curiosidades históricas tenemos a Galeno, que afirmaba que el fémur humano estaba encorvado. Cuando se descubrió que realmente este hueso es recto Galeno se defendió diciendo que “el hueso se había modificado por el absurdo hábito de usar calzoncillos ajustados”.
Por otra parte también tenemos el mito de El Jardín del Edén, donde se dice que Eva nació a partir de una costilla de Adán. El anatomista Vesalio descubrió en el siglo XVI que el hombre y la mujer tenían el mismo número de costillas. Los detractores argumentaron esta igualdad diciendo que la mujer había evolucionado desde entonces.
Como última curiosidad tenemos el diente de Isaac Newton, que fue vendido por poco mas de 3000 euos en 1891 en Londres a un aristócrata, para insertarlo en su anillo.