Seguimos avanzando en el mundo de las vitaminas y una vez vistas la B1, B2, B3, B5 y B6, así como la B8, le toca el turno a la vitamina B9 o más conocida como ácido fólico. Seguramente serán de las vitaminas que más conocerán las mamás o futuras madres. Esto es debido a que con frecuencia, médicos y especialistas recomiendan suplementos de ácido fólico a las mujeres embarazadas ya que se ha comprobado que una adecuada ingesta de esta vitamina evita que el bebé desarrolle malformaciones congénitas y defectos en el tubo neural, como la espina bífida. Antes se tomaban suplementos una vez iniciado el embarazo, sin embargo se recomienda empezar a aumentar la ingesta de ácido fólico un mes antes de que se produzca la concepción. Por ello, si hay alguna lectora que esté pensando quedarse en cinta, sería interesante que empezara a plantearse tomar suplementos o, mejor todavía, que empezara a llevar una dieta rica en esta vitamina.
Buenas fuentes de ácido fólico son el hígado, las legumbres como alubias y garbanzos, el germen de trigo, verduras y vegetales de hoja oscura como los berros y espinacas, frutos secos como las nueces y cereales de desayuno fortificados.
Pero no sólo las mujeres que vayan a concebir necesitan ácido fólico. Se trata de una vitamina para toda la población y, como tal, debe ser aportada exógenamente a nuestro organismo para evitar carencias. No en vano, la deficiencia de ácido fólico puede causar anemia megaloblástica. Seguro que habéis escuchado la palabra anemia múltiples veces: “¡si es que no me comes! Menuda anemia vas a coger” suelen espetar ciertas madres y muchas abuelas a sus descendientes. Sin embargo, la anemia más conocida y frecuente (a la que suelen referirse las personas cuando hablan de anemia) es la causada por falta de hierro. La anemia megaloblástica, por falta de ácido fólico, no suele verse salvo en algunas enfermedades, ya que antes suelen manifestarse signos clínicos como problemas gastrointestinales, debilidad, falta de apetito, irritabilidad e incluso taquicardias.
Coadyudante en el tratamiento de la depresión:
Algunos autores señalan que unos bajos niveles de ácido fólico en plasma (juntamente con bajos niveles de vitamina B12, que será la próxima vitamina que veamos) predisponen a padecer depresión. Pues se han encontrado numerosos casos en los que se encontraban bajos niveles de folatos en personas con esta enfermedad mental. Es por ello que recomiendan dosis de 800 µg de ácido fólico y 1 mg de B12 al día para mejorar los resultados del tratamiento contra la depresión. Siendo la dosis recomendada de ácido fólico para la población española adulta de 300 µg.
Mejoría en la memoria y agilidad mental durante el envejecimiento:
Además, un estudio llevado a cabo con más de 800 personas mayores de 50 años encontró mejorías en la memoria a corto plazo, la agilidad mental y la fluidez verbal y en aquellos sujetos que consumieron 800 µg de ácido fólico frente a los que tomaron un placebo.
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