Los accidentes son comunes en la ciencia. Tras varios intentos, vamos comprobando las maneras en las que podemos y no podemos conseguir algo, y ambas son igual de importantes. Aunque algunos errores puedan acabar en desastre, otros pueden darnos otra perspectiva para abordar el problema, o un resultado incluso mejor del que teníamos previsto.
Investigadores de Gran Bretaña y Canadá han desarrollado ratones super-inteligentes al modificar un gen que bloquea la enzima phosphodiesterasa-4B (PDE4B) presente en muchos órganos, con la sorpresa de obtener una posible solución frente al gran bloque de enfermedades neurodegenerativas.
Super ratones
En el experimento, publicado en el Neuropsychopharmacology, los científicos realizando una serie de pruebas de comportamiento en los ratones con la PDE4B, descubriendo que tendían a aprender más deprisa, recordar eventos durante más tiempo y solucionar problemas más complejos.
La finalidad era estudiar y comprender la PDE4B para ser usada como tratamiento en humanos, combatiendo enfermedades como el Alzheimer.
Una de las muestras de esta mejora cognitiva es la capacidad que adquirieron estos ratones para conocer la salida del laberinto que los investigadores le colocaron y su habilidad a la hora de reconocer otros ratones que habían visto anteriormente.
Otra de las características que los investigadores observaron en los ratones, fue su capacidad para hacer frente a encuentros que puedan generarle miedo o tensión. Además, sufrían menos de ansiedad, siendo para ellos el espacio abierto el lugar favorito, frente a los rincones oscuros que elegían los ratones normales.
Del ratón al hombre
Por mucho que este caso parezca sacado de una película de ciencia ficción, es un hecho. El ser humano también posee el gen para la PDE4B, y muchas de las enfermedades relacionadas con la degeneración del tejido nervioso, pueden estar perfectamente relacionadas.
Alzheimer, esquizofrenia, síndromes post traumáticos; el experimento ha recibido ya evaluaciones positivas reconociéndolo como una de las grandes esperanzas para la demencia, enfermedad que carece de tratamiento.
‘Entender y conocer la participación de un gen en algún proceso puede ser la clave para el desarrollo de nuevos fármacos. Es importante que ampliemos el rango de opciones para tratar las enfermedades que cada vez afectan a más gente.’ Nos cuenta la doctora Laura Phipps, del Alzheimer’s Research UK.
Aun queda comprobar si en el ser humano podríamos controlar esta enzima, pues bajar demasiado la ansiedad podría ser contraproducente, al tiempo que el miedo no deja de ser un mecanismo de defensa natural. Pueda que esta sea la clave para acabar de una vez por todas con las enfermedades que nos alejan de la consciencia.
Fuente | Nature