En la mayoría de las ocasiones, el riesgo de Alzheimer es difícil de predecir. Sabemos que uno de los factores de riesgo de Alzheimer más conocidos es la edad (a mayor edad, más riesgo, aunque el Alzheimer no forme parte de un envejecimiento normal). También participan otros factores como el bajo nivel intelectual o haber cursado estudios inferiores, además de algún que otro factor genético.
Recientemente hablamos de un factor en particular que otorgaba un gran riesgo de Alzheimer si se producía: El deterioro cognitivo leve. En aquel momento un estudio afirmaba que este DCL podía cuadriplicar el riesgo de Alzheimer, y ahora un nuevo estudio ratifica el riesgo, aunque comenta que “solo” duplica el riesgo de Alzheimer. Basándonos en este conocimiento, se ha podido desarrollar un nuevo test de riesgo de Alzheimer.
El novedoso test de riesgo de Alzheimer
El nuevo test, desarrollado por el Centro de Salud Cerebral de la UT Dallas, cuyo trabajo se ha publicado en el Journal of Alzheimer’s Disease, se basa precisamente en el conocimiento del deterioro cognitivo leve (DCL) y su gran correlación con el riesgo de Alzheimer.
En el test se usa la tecnología del conocido electroencefalograma, algo económico y poco invasivo, para medir las respuestas neuronales de los individuos con DCL y poder así calcular su riesgo de Alzheimer a largo plazo. Mientras se analizan las ondas cerebrales, se accede a la memoria semántica (memoria a largo plazo y de conceptos generales) de los participantes. Así se obtiene un patrón de actividad neuronal retardada que se relaciona directamente con la severidad del deterioro cognitivo, indicando así la posible progresión temprana de la enfermedad de Alzheimer.
Por su parte, el deterioro de la memoria episódica o capacidad para retener nuevos recuerdos como conversaciones recientes, eventos o citas próximas, es algo muy característico del Alzheimer.
Sabiendo esto, durante el estudio se estudió a los pacientes con DCL, los cuales eran menos precisos y más lentos en las tareas de memoria semántica. A su vez, sus electroencefalogramas mostraban una actividad cerebral retardada. Durante la evaluación de la memoria episódica, también mostraban un peor rendimiento y una mayor actividad cerebral retardada.
Se analizó a 16 participantes con DCL en contraposición a 17 pacientes sanos. Todos los participantes del estudio tenían la misma edad y fueron analizados mediante electroencefalograma mientras se les presentaban pares de palabras que describían objetos o se emparejaban al azar. Por ejemplo, “jorobas” y “desierto” se emparejaban para evocar en la memoria la palabra “camello”; pero después “jorobas” y “vigilar” sería un par de palabras aleatorio. Se preguntaba a los participantes si dichos pares de palabras les evocaban o no estas palabras de recuerdo en su memoria.
Como ya hemos comentado anteriormente, los pacientes que sufrían DCL eran menos precisos para relacionar pares de palabras con otras palabras en su memoria. Según los investigadores, en un futuro no muy lejano, este método poco invasivo podría resultar de gran utilidad para el diagnóstico en etapas tempranas de la enfermedad neurodegenerativa, adelantando así el conocimiento del riesgo de Alzheimer en muchos pacientes con más tiempo y con mejores recursos para mejorar su calidad de vida.
Vía | Neuroscience News.
Fuente | Journal of Alzheimer’s Disease.