Un grupo de investigadores pertenecientes a distintas la Université de Pierre et Marie Curie y del École Supérieure de Physique et de Chimie Industrielles en París han descubierto un nuevo método eficiente y fácil de pegar geles y tejidos biológicos mediante la utilización de nanopartículas de sílice. Los resultados del estudio han sido publicados en la revista Nature, aunque no son de acceso público.
Cuando hablamos de que algo se encuentra en estado de gel significa que es un compuesto mayoritariamente formado por agua pero que posee cierta solidez, pensad por ejemplo en un postre de gelatina. La cuestión es que la mayoría de los tejidos biológicos que forman la piel, los órganos y los músculos tienen muchas similitudes con un gel y, hasta ahora, el intento de pegar este tipo de materiales tan resbaladizos no había tenido unos resultados del todo satisfactorios.
Las nanopartículas utilizadas son de sílice y pueden pegar todos los tipos de gel incluso cuando tienen diferente consistencia o sus propiedades mecánicas son distintas.
El método consiste básicamente en añadir nanopartículas a la red molecular de dos geles, éstas se adsorben (que no absorben) a ambos geles y, al mismo tiempo, la redes moleculares unen las nanopartículas entre sí, estableciéndose miles de conexiones entre los dos geles.
Las ventajas de este nuevo método son bastantes:
- Es rápido, el proceso de unión tarda unos segundos en ocurrir.
- No requiere adición de polímeros.
- No implica ninguna reacción química.
- Es un método sencillo.
- La adhesión que proporcionan las nanopartículas de sílice es muy fuerte.
- La unión ofrece una excelente resistencia al agua.
- La adhesión es también autorreparadora: dos piezas pegadas con esta solución pueden despegarse y cambiar de posición sin la necesidad de volver a añadir las nanopartículas.
Y eso no es todo, los mismos investigadores han encontrado propiedades y resultados similares utilizando nanocristales de celulosa y nanotubos de carbono.
Para mostrar el potencial de su descubrimiento unieron dos piezas de hígado de ternera cortadas con un bisturí en cuestión de segundos. Este descubrimiento supone un nuevo abanico de posibilidades en muchos campos como la industria alimentaria o la cosmética pero especialmente en los campos de la cirugía y la medicina regenerativa.
Fuente: ScienceDaily