La memoria y la recuperación de recuerdos es un tema complejo y que, para ser sinceros, aún no somos capaces de comprender totalmente. De hecho hasta hace poco no habíamos sido capaces de capturar la formación de una idea en el cerebro, y también creíamos que los recuerdos se olvidan. Ahora sabemos que nada se olvida, sino que simplemente nuestra mente lo amontona en el fondo de ese “almacén” que es nuestra memoria, y cada vez es más difícil acceder a los recuerdos si no les damos uso seguido.
La duda es, si todos los recuerdos permanecen en el almacén, ¿cómo somos capaces de recuperarlos?
Así recuperamos los recuerdos pasados
Según un reciente estudio por parte del Dr. Aidan Horner y sus colegas del Instituto de Neurociencia Cognitiva del University College de Londres, todos los recuerdos pasados pueden recuperarse por completo, incluyendo información incidental de los mismos, como por ejemplo la música que sonaba de fondo en una situación determinada.
“Cuando recordamos un evento pasado, tenemos la capacidad de volver a sumergirnos en toda la experiencia. Recordamos la habitación en la que estábamos, la música que sonaba, la persona con la que estábamos hablando y lo que se estaba diciendo. La primera vez que experimentamos el evento, todos estos aspectos están representados en las diferentes zonas del cerebro, sin embargo, todavía somos capaces de recordarlos a todos más adelante. Es el hipocampo el eje crítico en todo eso, pues es donde se asocian todos estos aspectos para que el evento se pueda recuperar”.
Mediante el uso de resonancia magnética funcional (fMRI), los investigadores han podido demostrar que las asociaciones formadas entre los diferentes aspectos de un evento permiten que con tan solo recuperar uno de esos aspectos, se recuperen todos los demás. Es lo que se conoce como finalización de patrón. O lo que es lo mismo, a partir de un detalle de un evento, es posible re-experimentar toda la experiencia.
La técnica de neuroimagen de fMRI consiguió analizar la actividad de diferentes regiones cerebrales de un grupo de voluntarios. Cuando se les preguntaba acerca de algún aspecto de un evento pasado, la actividad del hipocampo se correlacionaba con la activación de diferentes regiones, incluídas algunas que no tenían nada que ver con el evento (los aspectos “incidentales”, que también se recordaban).
El estudio de los recuerdos pasados
Para el experimento, se reclutó a 26 voluntarios, a los que se les pidió imaginar y memorizar una serie de eventos que involucraban diferentes lugares, gente famosa y objetos. Se les pidió recordar los detalles de todo el evento a partir de un solo aspecto. Por ejemplo, un evento de tantos era el presidente Barack Obama en una cocina con un martillo. Se pidió a los voluntarios recordar dónde estaba Obama, o qué objeto tenía, por separado.
Durante este interrogatorio, los voluntarios fueron sometidos a técnicas de fMRI para medir su actividad cerebral. Y, según dichos escáneres, diferentes partes del cerebro mostraron una mayor actividad cuando se codificaban diferentes aspectos del evento recordado, y el hipocampo actuaba de eje central de los enlaces críticos entre las diferentes regiones para formar la memoria completa.
Por ejemplo, algunas partes del cerebro mostraban más intensidad cuando se pensaba tan solo en el presidente Obama, otras zonas se activaban al pensar en la cocina, y otras cuando se pensaba en el martillo. Lo particular del asunto es que si se preguntaba tan solo por uno de los aspectos, también se activaban a su vez regiones relacionadas con otros aspectos, a pesar de que no se preguntaba por ellos. Y, como ya hemos comentado, el hipocampo siempre funcionaba de correlación entre todas las regiones.
Vía | Psych Central.