En más de una ocasión hemos hablado sobre la Artritis Reumatoide, un tipo de enfermedad autoinmune estudiado en un área específica de la medicina, la reumatología, donde los síntomas clave son dolores articulares en varias localizaciones sin motivo aparente, junto a la degeneración de las mismas articulaciones a lo largo de la enfermedad. Actualmente el tratamiento para la enfermedad está mejorando poco a poco, y se consigue diagnosticar más rápido que antaño, pero no hemos conseguido pararla ni curarla por desgracia. Además, como ya os comentamos recientemente, la misma Artritis Reumatoide asocia otras dolencias como el aumento del riesgo cardiovascular.
Ahora, un reciente estudio publicado en Proceedings of National Academy of Sciences podría darnos un apoyo más en su tratamiento.
El gen regulador del daño en los tejidos de la Artritis Reumatoide
El gen, llamado C50rf30, sería el responsable de regular hasta que punto quedan dañados los tejidos en el proceso inflamatorio característico de la Artritis Reumatoide, un descubrimiento que puede ser una gran noticia para los especialistas en reumatología, pues los tratamientos destinados a alterar la acción de dicho gen podrían disminuir la gravedad de los daños provocados por la misma enfermedad, que en ocasiones llega a ser muy grave e incapacitante.
Por otra parte, y según comentan los investigadores, la búsqueda precoz de este gen en pacientes de riesgo podría darnos la oportunidad de identificar de forma más rápida y eficaz la enfermedad aún antes de que no haya dado síntomas graves para seguir un tratamiento más agresivo y personalizado, pues en muchas ocasiones se usa un tratamiento antiinflamatorio general en un inicio por no estar completamente seguros de si nos encontramos delante de la enfermedad, y ser más agresivos podría ser incluso perjudicial.
El estudio, dirigido por el Dr. Gerry Wilson de la Facultad de Medicina y Ciencias Médicas de la Universidad College de Dublin, refiere que dicho hallazgo genético no nos podrá ayudar por el momento a prevenir o curar totalmente la enfermedad, pero si ayudar en su tratamiento:
“Nuestros resultados proporcionan un marcador genético que podría ser utilizado para identificar a los pacientes con Artritis Reumatoide que requieren tratamientos más agresivos o medicina personalizada. También apuntan a la posibilidad de que el aumento de los niveles de C50rf30 en las articulaciones podría ser un nuevo método para reducir el daño tisular causado por la AR”.
En esencia, lo que sucede es que la proteína producida por el gen C50rf30 se encuentra en cantidades más bajas en aquellos pacientes con una Artritis Reumatoide más severa, los cuales desarrollaran deformidades articulares y un dolor mayor. Detectar dichas cantidades a tiempo podría hacer que se acelere el uso de tratamientos más agresivos evitando estas graves consecuencias, saltándonos así la “primera línea” de tratamientos con antiinflamatorios y optando por otros más potentes como los fármacos biológicos. En muchas ocasiones dicha primera línea es eficaz, pero en otras no detectamos a tiempo a los individuos que necesitan algo más hasta que ya es tarde.
Poder detectar esta proteína con tiempo nos pude ayudar a ser más específicos.
Vía | Health Line.