Como casi todo en nuestro organismo, el gusto por el azúcar o los dulces en general también tiene una regulación hormonal, es decir, existe una hormona (o hormonas) capaz de activar o suprimir nuestra búsqueda del ansiado dulce. Ahora bien, saber cuál es, cómo funciona y cómo controlarla es otra historia. O al menos, lo era, ya que un nuevo estudio publicado en la revista Cell Metabolism afirma haberlo conseguido.
Se ha descubierto una hormona capaz de suprimir el gusto por los dulces.
La hormona que controla el gusto por el azúcar y los dulces
Según los investigadores, el hallazgo de esta hormona podría ser toda una revolución en la dieta de pacientes con diabetes u obesidad. Cabe destacar que el “antojo” por lo dulce es algo común al ser humano, pues nuestro organismo busca alimentos calóricos con el objetivo de aguantar hasta la próxima comida (aunque eso hoy en día es fácil, hace miles de años no lo era tanto).
A su vez, deben existir mecanismos fisiológicos que regulen este gusto por lo dulce y supriman nuestro apetito goloso. Y existen, en este caso es una hormona llamada FGF21, la cual detecta que hemos consumido suficiente azúcar y es suficiente por hoy. La misma hormona podría funcionar mal, o no funcionar, en aquellos individuos propensos a la diabetes o la obesidad, según comentan los investigadores de la Universidad de Iowa.
El consumo de azúcar SÍ está regulado de forma específica
Según comentan los investigadores, este sería el primer estudio que demuestra la existencia de una hormona derivada del hígado que regula el consumo de azúcar de forma específica. El trabajo, realizado en ratones genéticamente modificados, examinó el papel de FGF21 en la regulación de los antojos por el azúcar. Se les inyectó dicha hormona y se les dio a elegir una dieta normal o una dieta enriquecida en azúcar; como resultado, los ratones comían siete veces menos azúcar de lo normal, aunque no dejaban de consumirlo por completo.
Por otro lado, se observó que los ratones modificados que no producían FGF21 comían más azúcar, mientras que los que producían un exceso de la hormona comían menos azúcar de forma significativa.
El factor de crecimiento de fibroblastos 21 o FGF21 tendría como misión suprimir el consumo de azúcares simples tras ser liberado desde el hígado al torrente sanguíneo a partir de una señal concreta: Altos niveles de hidratos de carbono en sangre. Eso sí, parece que el consumo de azúcares complejos no se ve afectada, y no se suprime por igual el gusto por todos los azúcares.
En investigaciones anteriores se supo que existen hormonas que regulan en apetito (como la leptina), pero no que existiesen hormonas conocidas que regulen el consumo de un macronutriente específico (como hidratos de carbono, proteínas o grasas).
Aún así, queda mucho por investigar, y parece que la clave de todo se encuentra en el hipotálamo cerebral (responsable de la conducta alimentaria y la homeostasis enérgica). Asimismo, ¿existirán hormonas reguladoras del consumo de otros macronutrientes, como la grasa o las proteínas?
Vía | The Telegraph.