Desde luego las ventajas que nos proporcionan los videojuegos ya no son ninguna novedad, pero estos nuevos descubrimientos ayudan a enfatizar lo saludable que resulta jugar a videojuegos aunque sea solo por muy poco tiempo. En esta ocasión, se ha realizado un estudio sobre los videojuegos de acción, en concreto aquellos en los que hay que conducir un coche a gran velocidad como es el caso de la famosa saga Need for Speed, y en los que hay que disparar contra enemigos como, por ejemplo, Call of Duty. Estudios anteriores ya demostraron como este tipo de videojuegos incrementan, entre otras capacidades, la rapidez de reflejos y la agudeza visual. En este último estudio se ha demostrado que también aumentan la capacidad de localización o de búsqueda visual, es decir, mejoran la búsqueda de un objetivo oculto entre señales irrelevantes dentro de escenarios complejos. Este estudio ha sido realizado por unos investigadores de la Universidad de Toronto en Canadá mediante dos experimentos.
El primer experimento, llevado a cabo por el equipo de los psicólogos Ian Spence y Sijing Wu, se centró en comparar a los jugadores de videojuegos de acción frente a los que no jugaban a estos videojuegos. Se les comparó en tres tareas de búsqueda visual y se llegó a la conclusión de que los jugadores de videojuegos de acción son más eficientes en estas tareas que los no jugadores. Sin embargo, para asegurarse de que esta superioridad no fuera preexistente, se realizó un segundo experimento con el objetivo de entrenar a los participantes mediante esos videojuegos. De esta manera, los 60 participantes se dividieron al azar en tres grupos según el videojuego que tuvieran que jugar durante 10 horas en sesiones de una o dos horas: 20 jugaron al Medal of Honor, otros 20 al ya mencionado Need for Speed y los 20 restantes, que constituyeron el grupo control, jugaron al Ballance, que es comparable a un rompecabezas tridimensional en la que hay que mover bolas con cautela a través de pasajes en 3D. Las conclusiones de este último experimento fueron que los que jugaron al Medal of Honor y Need for Speed obtuvieron mejoras en las tres tareas de búsqueda visual; no obstante, el grupo control no obtuvo mejora alguna en estas tareas.
¿Tiene algún sentido práctico en la realidad?
Por supuesto. De hecho, con estudios anteriores se constató que se adquiría una mayor destreza en habilidades cotidianas tales como conducir un coche ya que, en este ejemplo, hay que integrar una gran cantidad de información para posteriormente tomar las decisiones correctas en el menor tiempo posible. Con este nuevo descubrimiento de que los videojuegos de acción también incrementan la capacidad de localización visual, se ha llegado a la conclusión de que hay mayor eficacia en aquellos trabajos en los que predomine la búsqueda de un objetivo oculto en un escenario complejo como son la revisión de equipajes, interpretar radiografías, escaneos mediante resonancia magnética e imágenes por satélite. Pero incluso esta capacidad nos ayuda inconscientemente en nuestra tareas diarias como, por ejemplo, localizar rápidamente a un amigo entre la muchedumbre o encontrar un objeto en un lugar desordenado.
Conclusión
Una vez más se ha demostrado los beneficios que aportan los videojuegos en nuestra vida diaria e incluso nos ayudan a mejorar en nuestras profesiones. Yendo más allá, si se implantaran los videojuegos adecuados en los centros de enseñanza supondría un enorme avance en el campo de la educación puesto que incrementaría enormemente la motivación de los niños por aprender evitando el fracaso escolar por la desmotivación. Sería increíble que los niños quisieran aprender matemáticas o historia gracias a los videojuegos. Por tanto, si se consiguiera explotar este campo en la escuela, la educación daría un paso de gigante y creo que no hace falta recordar, aunque algunos cabecillas de turno se les olviden, que la educación es un pilar básico de un país, y también del planeta puesto que nos encontramos en la denominada globalización con todo lo que ello supone.
Fuente: NCYT