Hace tiempo os hablamos de los beneficios del chocolate negro a nivel cardiovascular, pero en esa época aún no conocíamos la razón de tal misterio. Pues bien, ahora sabemos que es lo que ocurre con esa maravillosa sustancia dentro de nuestro cuerpo para que obtengamos todos aquellos beneficios.
En la 247th National Meeting & Exposition of the American Chemical Society (ACS), se hizo público el proceso que convierte ese oro negro y comestible, en beneficios para nuestra salud. Según los científicos, todo se basa en las reacciones que ocurren en nuestros intestinos.
Nuestros intestinos están plagados de bacterias de todo tipo, algunas nos ayudan proporcionandonos sutancias difíciles de conseguir para nosotros y otras en ciertos momentos de nuestras vidas, nos pueden hacer pasar unos días horribles. Lo curioso es que a algunas de nuestras vecinas “amigas” como las Bifidobacterium y bacterias relacionadas con el ácido láctico les encanta el chocolate y desde ahora, a nosotros también.
Estas bacterias, a través de diferentes reacciones enzimáticas fermentan el chocolate y producen diversos componentes antiinflamatorios que son absorbidos y actúan a nivel cardiovascular, reduciendo la inflamación y disminuyendo el riesgo de infarto.
Los científicos simularon el tubo digestivo a partir de tubos modificados y así establecieron un transito intestinal. De esta forma pudieron llegar a la conclusión de que el polvo de cacao, un componente del chocolate contiene polifenoles, antioxidantes y una pequeña cantidad de fibra. Estos elementos no son excesivamente digeridos y en el colón son transformados en moléculas de menor tamaño con capacidad antiinflamatoria, pudiendo así ser absorbidos y alcanzar los lugares diana.
Los científicos también llegaron a la conclusión que la ingesta de esta fibra del caco junto a prebióticos, mejoraría el estado de salud general de una persona al ayudar a que este proceso de conversión de los polifenoles en las moléculas antiinflamatorias fuera más fácil.
Otra forma de obtener aún más beneficios de estas bacterias y componentes es combinar el chocolate negro con diversas frutas.
Ahora sólo queda que este proceso y estas moléculas puedan ser utilizadas de una forma más eficiente y puedan formar parte de las ayudas terapéuticas en nuestros hospitales.
Fuente: ACS