La menopausia ocurre generalmente entre los 45 y 55 años de edad, y consiste en el cese de producción de óvulos y la reducción de los niveles hormonales de estrógeno y progesterona, que son los causantes de los síntomas de la menopausia. Aunque varían entre mujer y otra, se caracterizan por cambios irregulares en el periodo, dolores de cabeza y articulares, escapes de orina y cambios bruscos en el estado de ánimo.
Es un periodo duro que con el tiempo se estabiliza, pero además de suponer un obstáculo a superar para la mujer, es una etapa más en la vida de pareja. Pero no es un caso aislado, pues en el hombre se suceden una serie de cambios hormonales en la década de los 40s conocido como andropausia, que al igual que la mujer, contribuirán a un proceso de cambios en el estado de ánimo bastante irregular.
Una nueva oportunidad
Durante este periodo, el hombre experimenta una reducción en los niveles de testosterona, lo que le puede afectar a nivel físico al reducir el tono de músculo, el deseo sexual o los niveles energéticos. Y además, sufrirá cambios emocionales, que los llevará a experimentar periodos de angustia, mostrando una faceta más vulnerable y frágil emocionalmente hablando.
Algunos hombres responden a estos cambios haciendo todo lo posible por ser más fuertes y seguros, sin olvidar que dichos cambios los harán más compasivos y empáticos. Por ello, este periodo en el que la pareja podrá aprovechar la transición en la relación de tal forma que conecten de una forma más intensa las emociones que sienten el uno pero el otro.
Sin embargo, surge un dilema, pues generalmente la andropausia y la menopausia suelen coincidir, de tal forma que coincidirían las dos caras de una moneda: el hombre busca estabilidad en la relación y seguridad, la mujer comienza una experiencia en la que trata de buscarse a sí misma. Esto no significa que no sean compatibles, sino todo lo contrario, pues es la oportunidad perfecta para que cada individuo de la pareja escuche al otro, acomode su estado de ánimo e intereses y los logre unificar con los suyos propios para alcanzar un estado que los beneficie como pareja.
¿Qué medidas podemos tomar?
En el caso del hombre, debemos de mostrarnos lo más razonables y comprensivos posible, permitiendole a nuestra pareja un espacio que acomode sus preocupaciones e inquietudes, pero sin mostrar abandono o falta de interés. En muchas mujeres aparece una faceta artística, en otras aventurera… Solo tenemos que conocer y atender su etapa y participar en ella ya sea viajando con ella, regalando algún detalle que le ayude a disfrutar de su búsqueda, o simplemente participando aun más en las tareas del hogar y el cuidado de los niños.
En el caso de la mujer, es vital percibir los cambios emocionales que él presentará, pero sin dejar de lado los propios. Aunque existan situaciones complicadas, intenta siempre expresar tus sentimientos de una forma constructiva. Probablemente aparezcan nuevos intereses que te alejen cada vez más del hogar, por lo que no evites a la otra persona, sino que le pidas toda la ayuda y comprensión posible. Ayúdale a expresarse; a veces nos falta un empujoncito para soltar la retahíla de emociones que rondan nuestra cabeza, así que ayudar a tu pareja a ordenarse os beneficiará mutuamente. Hazle saber la importancia de la amistad, pues es recurrir a familia, compañeros o amigos es una idea excelente para progresar en esta etapa, y en la mayoría de lo posible con sus amigos, que en algunos casos coincidirán en edad y probablemente pasarán por el mismo periodo.
Ya lo dijo Albert Einstein, “es en la crisis donde aflora lo mejor de cada uno, porque sin crisis todo viento es caricia“. Debemos trabajar duro por lo que queremos, si no lo hacemos nosotros nadie lo hará.
Fuente | WebMD