Probablemente ninguno de nosotros sea capaz de asociar la oxitocina con ninguna sensación negativa, es más, la vemos como la hormona del bienestar y el placer, ligada a las caricias, el sexo o el apego. Pues un estudio ha demostrado que no solo son reacciones positivas las que puede causar, sino que puede asociarse con reacciones negativas (violentas).
La oxitocina:
Es una hormona que también actúa como neurotransmisor en el cerebro. Estudios han demostrado que ayuda al reconocimiento facial, está asociada al orgasmo y el contacto físico y también contribuye al apego entre hijo y madre. Tiene un papel importante en el parto, la lactancia y los patrones sexuales. Inhalar oxitocina aumenta la generosidad y el altruismo. En el cerebro parece estar también relacionada con el establecimiento y reconocimiento de relaciones sociales.
No es de extrañar por todo esto que se la conozca como “la hormona del amor“.
El estudio
En el estudio (llevado a cabo por diversas universidades americanas) participaron 93 estudiantes universitarios. Se les separó en dos grupos: Uno inhalaría oxitocina y el otro una solución de agua salada (el placebo). Tras la exposición a una de las dos sustancias se les ponía en situaciones estresantes, por ejemplo hablar en público frente a una audiencia poco amigable. Luego los sujetos contestaban a dos preguntas sobre sus tendencias a ser físicamente agresivos y algunas preguntas más sobre la probabilidad de iniciar o verse envueltos en una conducta violenta hacia una pareja (o ex pareja) basándose en cómo se sentían en ese momento.
Los resultados
Las respuestas de los sujetos a las preguntas demostraron que aquellos que habían inhalado oxitocina tenían aumentada su autovaloración de probabilidad de ser violentos hacia una pareja. Esto se daba en mayor medida en aquellas personas propensas previamente a reacciones violentas (con alto rasgo de agresividad de base). Así pues esto ocurre en algunas personas, en algunas situaciones concretas.
Resumiendo: En personas que utilizan la violencia típicamente para mantener sus relaciones, el estrés unido a exposición de oxitocina puede impulsar aun más este tipo de respuestas.
Algún otro estudio ya había demostrado que la oxitocina podía condicionar hacia un incremento en la intolerancia (y la agresión) contra miembros externos al propio grupo, favoreciendo el etnocentrismo (favoritismo por el endogrupo), así como demostró otro estudio también aumenta los sentimientos de envidia y regodearse del mal ajeno (la felicidad por el mal ajeno/relamerse por el bien propio, esta es mi traducción de una palabra proveniente del alemán: Schadenfreude).
Es un estudio limitado y que seguramente será replicado en otras situaciones pero de primeras ya parece tener la capacidad para influir en el estudio de muchos fenómenos, yo creo que por ejemplo será interesante ver si alguna reacción similar puede verse en los maltratadores y en las relaciones en las que hay abusos. También podemos verlo tal vez en algunos trastornos de personalidad y creo sería particularmente interesante estudiar su relación con la impulsividad, yo me intuyo que puede ser una variable relevante.
Fuente: Research Digest, SAGE.
Imagen: Fotopedia.