Descubren que los dinosaurios eran animales de sangre caliente « Medciencia

Si hace unos días publicábamos que todos los dinosaurios pudieron tener plumas hoy hablaremos de un nuevo de descubrimiento que dice que los dinosaurios eran animales de sangre caliente.

Y pensarán ¿y qué tiene de especial este descubrimiento? Hasta ahora, se pensaba que los dinosaurios fueron animales de sangre fría o ectotermos. Esto significa que su temperatura corporal depende de una fuente de calor exterior, la del ambiente. Al contrario, los mamíferos somos animales de sangre caliente o endotermos, ya que nuestra fuente de calor es interna. De hecho, la endotermia nos supone la mayoría del gasto calórico diario.

Un reciente estudio publicado en Nature, realizado en el Institut Català de Paleontología Miquel Crusafont (ICP) de Cataluña, indica precisamente que los dinosaurios fueron animales de sangre caliente, poniendo fin a muchos años de debates entre los investigadores.

Un animal ectotermo, como un reptil, ralentiza su ritmo de vida para aprovechar las fuentes de calor externas. Pero en los períodos favorables no disponen de un mecanismo interno que les permita acelerar su crecimiento. De ahí que se pensara que algo no cuadraba. Si los dinosaurios fueron animales de sangre fría ¿cómo pudieron crecer tanto y de manera tan rápida?

El estudio inicial trataba de entender mejor la fisiología de los mamíferos actuales y ver cómo les afecta el ambiente. Para ello se analizaron 115 fémures derechos de mamíferos rumiantes actuales. Hasta ahora se pensaba que las líneas de paro de crecimiento en los huesos eran exclusivas de los animales de sangre fría pero los resultados indican que estas líneas están presentes en los animales analizados, que son de sangre caliente.

Los huesos de los dinosaurios siempre habían sido contradictorios, presentaban líneas de paro de crecimiento pero son marcas que indican un crecimiento continuado y rápido. De hecho, animales de sangre fría con estas marcas, como por ejemplo los cocodrilos, crecen de manera muy lenta durante los meses de calor. “Un cocodrilo necesitaría un siglo para medir cuatro metros porque su capacidad de crecimiento es treinta veces menor que la de un animal de sangre caliente”, dice Meike Köler, investigadora del Institut Català de Paleontologia Miquel Crusafont (ICP) y primera autora del estudio.

El meollo de la cuestión es que se ha descubierto que las líneas estudiadas en los huesos de los rumiantes endotérmicos actuales son iguales a las de los dinosaurios. Si esas marcas indican una capacidad para crecer de forma muy rápida y sostenida quiere decir que se necesita una tasa metabólica alta, propia como ya hemos mencionado de los animales de sangre caliente, deduciendo que los dinosaurios eran animales de sangre caliente.

Este descubrimiento ha supuesto un hallazgo muy importante, apoyando la teoría de que la endotermia evolucionó muy tempranamente en los dinosaurios y fue posteriormente heredado por las aves.

Fuente: Nature, Tendencias científicas.

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