La enfermedad de Parkinson es un trastorno que afecta al movimiento. Técnicamente hablando, se produce cuando las neuronas no producen suficiente dopamina, una sustancia química necesaria para el funcionamiento normal del cerebro.
Los síntomas aparecen en un lado del cuerpo con el típico temblor en las manos que luego acaba por generalizarse al resto del cuerpo. A medida que empeoran los síntomas, las personas con Parkinson pueden tener dificultades para caminar e incluso realizar labores simples. Desgraciadamente, a día de hoy todavía no existe una cura, al igual que ocurre en las demás enfermedades neurodegenerativas.
No obstante, poco a poco están apareciendo nuevos fármacos que ayudan al menos frenar los síntomas de estas enfermedades. Ahora, un equipo de investigadores ha probado un fármaco contra el Parkinson que ya se encuentra disponible en el mercado para tratar enfermedades del hígado.
El ácido ursodesoxicólico frenó la progresión del Parkinson en moscas
El fármaco se denomina ácido ursodesoxicólico y ha sido probado en moscas de la fruta que presentaban una mutación característica de la forma hereditaria más común de la enfermedad de Parkinson. En esta forma hereditaria se ve afectada el gen LRRK2, responsable de proporcionar la energía necesaria para el buen funcionamiento de las neuronas.
Al no poder cumplir su cometido al estar alterado el gen, las neuronas comienzan a morir y a aparecer los primeros síntomas tan característicos de la enfermedad. De esta manera, los científicos han administrado el ácido ursodesoxicólico a estos modelos de moscas de la enfermedad de Parkinson y han demostrado que el fármaco es capaz de frenar los síntomas. En el caso de las moscas, los investigadores analizaron su respuesta visual para comprobar la progresión de la enfermedad, que resultó ser verdaderamente positiva al no empeorar los síntomas.
Conclusiones
Es posible que este hallazgo también pueda producir beneficios en otras formas de Parkinson, así como en otras enfermedades neurodegenerativas:
“Si bien hemos estado buscando en pacientes de Parkinson que portan la mutación LRRK2, los defectos mitocondriales también están presentes en otras formas de Parkinson, donde aún no sabemos las causas hereditarias y esporádicas. Nuestra esperanza es, por tanto, que el ácido ursodesoxicólico pueda ser beneficioso para otros tipos de enfermedad de Parkinson y que también pueda mostrar beneficios en otras enfermedades neurodegenerativas.”
Asimismo, no hay que olvidar la gran ventaja de que el ácido ursodesoxicólico ya se encuentra comercializado y, por tanto, ha pasado todos los controles de calidad necesarios que tanto dificultan el desarrollo de nuevos fármacos. Ahora falta conocer si estos buenos resultados también se obtienen en humanos.
Fuente: Neurology