Descubren un gen clave para tratar la anorexia

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Tratar la anorexia, en muchas ocasiones, se convierte en un objetivo muy complicado. Las alteraciones cognitivas asociadas a este trastorno de la alimentación pueden hacer que el individuo que la sufre no sea capaz de superar su “miedo a engordar“. Además, la existencia de webs que promueven este tipo de trastornos, llamándolos en clave por el nombre de “Ana y Mía“, no hacen más que volver el tratamiento más complicado, ya que se produce una retroalimentación entre todos los individuos que llevan a cabo diversos actos de purgación para seguir manteniendo el peso adecuado, sacrificando así la salud y sufriendo terribles consecuencias, llegando a la muerte en muchas ocasiones.

Pero hoy, un nuevo estudio puede haber demostrado la existencia de un gen clave para controlar este problema, llegando a tratar la anorexia de forma satisfactoria.

La clave para tratar la anorexia, en un gen

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El hallazgo, a cargo de los investigadores de la Universidad de Iowa y publicado en la revista Cell, ha consistido en descubrir un gen regulador del apetito, el receptor alfa relacionado con el estrógeno o ESRRA. Este podría ser un primer paso para conocer más a fondo cómo se regula el apetito y las conductas alimentarias a nivel cerebral, como bien comenta el Dr. Michael Lutter, profesor de psiquiatría del Carver College of Medicine de la Universidad de Iowa:

“La disminución de la ingesta calórica mueve a los animales, incluidos los humanos, a buscar comida alta en calorías. Es evidente que los factores sociales, en particular el ideal occidental de la delgadez, aportan la parte “no genética” del riesgo, y la creciente tasa de trastornos de la alimentación que se han producido en las últimas décadas”

Durante el estudio, Lutter y sus colegas detuvieron la actividad del ESRRA, dando lugar a una interrupción de la motivación para buscar comida, algo que ocurriría de forma similar en los trastornos de la alimentación. Se usaron ratones, donde los ratones hembra fueron más afectados que los machos. Ambos géneros experimentaron deterioros de la interacción social, de forma similar a lo que ocurre en la anorexia, donde se dan cambios y alteraciones del comportamiento.

Como también comenta el Dr. Lutter, en la última década se han tenido en cuenta las señales de comportamiento corporal a la hora de desarrollar trastornos psiquiátricos, como la depresión, la ansiedad o los trastornos de la alimentación. Por ello, se han puesto grandes esfuerzos en intervenir en estos comportamientos, intentando mejorar en última instancia los síntomas mentales. Actualmente se cree que entre el 50-70% de los trastornos de la alimentación son hereditarios, pero descubrir qué genes los causan o crean el riesgo es complicado. Entre estos trastornos alimentarios hereditarios destacan los más conocidos, como son la anorexia y la bulimia, clasificados como trastornos psicosociales por su asociación de alteraciones del comportamiento.

El próximo objetivo de estos investigadores es probar nuevos tratamientos y buscar nuevos componentes genéticos que tengan efectos en el desarrollo de la anorexia u otros trastornos del comportamiento alimentario, ya que dichos trastornos se sufren por hasta 24 millones de individuos solo en los Estados Unidos. Asimismo, creen que el gen ESRRA también podría ayudar en el tratamiento de la bulimia nerviosa.

Vía | Medical Daily.

Fuente | Cell.

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