Uno de los temas de estudio más antiguos es la anatomía. Los sanadores, curanderos, y actualmente los médicos de verdad han estudiado el cuerpo humano, clasificando cada una de sus zonas y nombrándolas con diferentes nombres descriptivos. Un estudiante de medicina debe poner a prueba su memoria en la asignatura de anatomía y aprenderse el nombre y localización de 206 huesos del cuerpo humano y aproximadamente 600 músculos.
Con todo esto, se puede pensar que se conocen todas las regiones de las que se compone un ser humano y que no se puede descubrir nada nuevo en este campo, pero recientemente se ha comprobado que no es así. Un grupo de investigadores de la Universidad de Nottingham ha descubierto una membrana en el ojo que era desconocida hasta la fecha.Esta capa, bautizada como membrana de Dua por su descubridor Harminder Dua, está situada en la parte trasera de la córnea.
Para los ajenos al tema, la cornea es el tejido transparente que recubre el ojo por la cara más externa (es la zona que entra en contacto con las lentillas). La córnea se considera la primera lente del ojo y es capaz de enfocar la imagen con la ayuda del cristalino, además de proteger el ojo de peligros externos. Hasta ahora en los libros de texto de medicina explican que la cornea está formada por cinco capas: la más externa es el epitelio, seguido de la membrana de Bowman, estroma, membrana de Descement y endotelio.
Con el descubrimiento de la membrana de Dua, situada entre el estroma y la membrana de Descement, se está empezando a investigar el origen real de algunas enfermedades de causa desconocida, ya que en muchos casos se ha visto que esta membrana se encuentra desgarrada o desaparecida. Por ejemplo, las pruebas indican que un desgarro en la membrana de Dua provoca hidropesía corneal, un síntoma provocado por una acumulación de líquido en el interior de la córnea y que se observa en pacientes con queratocono, un trastorno ocular degenerativo en el cual la córnea acaba tomando forma de cono, eliminando la capacidad de enfocar imágenes.
La membrana de Dua es increíblemente fina: tiene un grosor de 15 micrómetros, siendo un micrómetro la milésima parte de un milimetro. Este hecho, junto con su localización en el centro de la córnea la ha hecho indetectable hasta la actualidad. Se descubrió de la siguiente manera: el equipo de Harminder Dua utilizó corneas obtenidas mediante trasplante de córnea o donación para la ciencia. Para describir mejor las capas de la córnea inyectaron pequeñas burbujas de aire para provocar la separación de las diferentes capas y analizaron cada una de las capas obtenidas mediante microscopía electrónica. Así pudieron comprobar la existencia de una sexta membrana adicional a las conocidas.
Este descubrimiento ha sido una auténtica revolución en el campo de la oftalmología. No solo ha aumentado nuestro conocimiento sobre el ojo humano sino que este conocimiento permitirá a los médicos realizar operaciones más seguras y precisas en los pacientes con esta capa dañada, y permitirá comprender y diagnosticar enfermedades de causa desconocida. Seguramente los nuevos avances tecnológicos permitan encontrar alguna otra zona desconocida que forma parte de nuestro cuerpo, ayudando a conocernos mejor.
Fuente | LiveScience
Imágenes | Los eskakeados, Dr Soler