Desde pequeño, y empezando con la famosa Gameboy color, los videojuegos han sido siempre mi pasatiempo favorito. El alcance y repercusión que estos han tenido, ha permitido a gente de todo tipo disfrutar de los rompecabezas, la acción, y las aventuras que estos nos ofrecen. Entre los colectivos que prefieren los videojuegos a otro tipo de actividades, están las denominadas chicas gamers.
Aunque no sea partidario de las etiquetas, esta definición es idónea para incluir a aquellas chicas que contra todo pronóstico, disfrutan de los videojuegos con gran intensidad sin preocuparles que podrían decir de ellas el resto de chicas y chicos (generalmente son las chicas las que menos devoción muestran y más prejuicios).
La distinción de género no debería jugar papel a la hora de los gustos, pero hay algo que sí nos preocupa; este colectivo ha sido añadido al grupo con riesgo de padecer una de las enfermedades contemporáneas, la obesidad.
El factor de riesgo
En el estudio que llegó a esta conclusión, participaron alrededor de 2.500 adultos de una edad comprendida entre los 20 y 24 años, a los que se les indicó que respondieran 3 encuestas, una en 2007, otra en 2008, y funalmente una en 2012. Los investigadores del Sahlgrenska Academy utilizaron estos sondeos para conocer la cantidad de horas que estas personas empleaban en consultar su correo, chatear o jugar a juegos de ordenador, y como afectaba a su índice de masa corporal.
Los resultados mostraron que las mujeres de complexión normal que jugaron a videojuegos durante al menos 1 hora al día, tenían un riesgo mayor de padecer obesidad, en comparación con aquellas que no mostraban esta práctica.
Tomando en cuenta factores como la edad, la ocupación, las horas dedicadas, la actividad física, el sueño y el apoyo social, se llegó a la cifra de 3.7 kilos sobre la media. Es decir, que con 2 horas al día de videojuegos, una mujer de una edad entre 20 y 24 años ganaría alrededor de 3.7 kilos.
El concepto de chica gamer y las consecuencias del estudio
Queramos o no, los videojuegos favorecen un estilo de vida sedentario. Algunos son bastante adictivos, por lo que nuestras horas en frente de la pantalla o la consola irán en aumento. Más horas sentado, mayor relación con la ganancia de peso. Por ello, ¿deberíamos verdaderamente tomar en cuenta que los videojuegos son los culpables? ¿o es igual de culpable ver la tele, una película o sentarse a hacer manualidades?
Curiosamente, el mismo estudio en hombres, no ha mostrado relación entre la pasión por los videojuegos y la obesidad.
Por último, debemos concretar que el denominado grupo de chicas gamers, es de lo más variopinto. Este grupo levanta cierto atractivo entre el colectivo masculino que también comparte el gusto por los videojuegos, por lo que tiene cierta retroalimentación. Tenemos que añadir, que no todas las chicas que se autodenomina (o les denominan) de chica gamer, no alcanza el umbral de la hora al día en videojuegos, y que sigue más este estilo de vida por la creciente moda contemporánea.
Sara Thomée, directora de la investigación concluye que el conocimiento de esta relación no debe detener a las chicas a disfrutar de los videojuegos ni mucho menos, sino que nos servirá para conocer cuales son los posibles factores que participan en la obesidad, realizar una correcta terapia contra ella y evitar en todo lo posible las enfermedades que vienen de la mano con la ganancia de peso.
Fuente | GU