Ya son de sobra conocidas la multitud de pruebas que se pueden llegar a hacer en medicina para poder detectar el cáncer, aunque unas más que otras. Las que más suelen sonar son los llamados popularmente “escáneres”, que pueden incluir tanto el TAC (usando radiación) como la RMN o Resonancia Magnética Nuclear (sin radiación), aunque a nuestros ojos la máquina es bastante similar. Luego están las ecografías, que solemos creer que solo se usan para ver si un embarazo va bien, pero se usa para muchísimas otras cosas. Hoy nos centraremos en la RMN, pues un grupo de investigadores la ha combinado con una nueva técnica para poder detectar mejor el cáncer.
En el caso de hoy el estudio corre a cargo de los científicos de la UCL o University College London, los cuales dicen haber desarrollado una nueva forma de detectar tumores al añadir una inyección de azúcar al paciente justo antes de la RMN. A esta técnica la han llamado glucoCEST, donde se produce una saturación por glucosa.
Dicha investigación, que ha llegado a publicarse en la revista Nature Medicine, se basa en el metabolismo de sobra conocido de los tumores, los cuales consumen enormes cantidades de glucosa en comparación al tejido sano, pues lo necesitan para su crecimiento descontrolado.
Según comenta el Dr. Simon Walker-Samuel, del Centro de Biomedicina Avanzada de la UCL:
“Hemos desarrollado una nueva técnica de imagen para visualizar y asignar la ubicación de los tumores, que esperamos que nos permita evaluar la eficacia de nuevas terapias contra el cáncer”
Los investigadores se dieron cuenta de que si se usaba esta prueba de saturación de glucosa justo antes de una resonancia magnética, los tumores aparecían más brillantes en la imagen. La cantidad de azúcar necesaria para la prueba puede encontrarse perfectamente en media barra de chocolate normal.
“El GlucoCEST utiliza ondas de radio para etiquetar magnéticamente la glucosa en el cuerpo, y posteriormente podemos utilizar técnicas de resonancia convencionales. El método utiliza una inyección de azúcar normal y podría ofrecernos una alternativa barata y segura a métodos existentes en la actualidad para detectar tumores, los cuales requieren la inyección de material radiactivo”
Este estudio forma parte de otros muchos que están intentando poder seguir la investigación del cáncer usando la mínima radiación posible, pues esta se acumula en nuestro cuerpo, y a la larga puede ser dañina, llegando incluso a provocar cáncer por si misma (en grandes dosis, que no cunda el pánico). Por ello es una gran noticia el hecho de poder potenciar técnicas que no usan radiaciones, como la RMN, evitando así cualquier tipo de perjuicio presente o futuro a los pacientes.
Vía | EurekAlert!