No es la primera vez que hablamos en MedCiencia de la relación que existe entre nuestras bacterias y la obesidad, ya que se ha demostrado que las bacterias que dominan en los intentinos de personas y ratones obesos y delgados son distintas. Ahora, un nuevo estudio realizado por las Universidades de Berkeley y Arizona ha descubierto que la composición de las bacterias que habitan en nuestros intestinos (microbiota intestinal) está directamente relacionada además con la zona geográfica en la que vivamos. El estudio ha sido publicado en la revista Biology Letters.
Para el estudio, analizaron la microbiota intestinal de más de un millar de personas de todo el mundo y los resultados indican que las personas que viven en latitudes frías del norte tienen más bacterias en sus intestinos vinculadas a la obesidad que las personas que viven en latitudes del sur.
El investigador principal del estudio, Taichi Suzuki, señala algo muy curioso: cuando hoy en día pensamos en la obesidad lo vemos como algo malo para la salud (y efectivamente así lo es) pero tal vez en el pasado la obesidad no era algo tan malo. Estar gordo y obtener más energía de la dieta puedo haber sido un punto clave para la supervivencia en lugares muy fríos.
Precisamente por esto, los investigadores piensan que nuestra microbiota intestinal puede estar influenciada por nuestros antepasados y una teoría a favor es que las bacterias relacionadas con la obesidad son mejores para extraer energía de los alimentos. De esta manera, lo que se llama “microbiota saludable” puede ser diferente en las distintas regiones geográficas del planeta.
La regla de Bergmann y su relación con las bacterias intestinales
Al principio de la investigación, los científicos seguían sin encontrar la relación exacta entre la zona geográfica del planeta y la composición de la microbiota intestinal, hasta que Suzuki relacionó la regla de Bergmann (por la que los animales, incluidos nosotros, tienden a ser más grandes en tamaño cuanto menor es la temperatura a la que viven) con la microbiota intestinal. Razonó que, dado que los animales y personas tienden a ser más grandes en tamaño en el norte que en el sur, tal vez su microbiota podría contener una mayor proporción de un tipo bacteriano (Firmicutes), que domina en los intestinos de personas y ratones obesos.
Los resultados del estudio mostraron que, efectivamente, la proporción de Firmicutes aumenta con la latitud y la proporción de Bacteriodetes (un tipo bacteriano que domina el intestino de personas y ratones delgados) disminuye con la latitud, independientemente del sexo, la edad o los métodos de detección. Los afroamericanos mostraron los mismos patrones que los europeos y norteamericanos y no el patrón de los africanos que viven en zonas tropicales.
El hecho de que la microbiota intestinal pueda ayudar a explicar mejor la Regla de Bergmann es algo que tendrá que estudiarse experimentalmente pero es una relación que hasta ahora nunca se había hecho.
Fuente: Universidad de Berkeley