Todos sabemos los grandes perjuicios que lleva para la salud el fumar, pero ahora queda mucho más patente con los últimos datos expuestos en la celebración del XLVIII Congreso de las Enfermedades Cardiovasculares SEC 2012. No en vano, se tratan de unas cifras que no dejaran indiferente a nadie, especialmente entre el colectivo fumador.
Y es que, uno de cada dos fumadores fallece a causa del tabaco o debido a alguna enfermedad originada en relación con su consumo. Además, el tabaco es la causa de una de cada siete muertes que se producen en España en mayores de 35 años. Aunque si tenemos en cuenta solamente a los hombres la cifra es mucho más demoledora: el tabaco causa una muerte de cada cuatro.
En el citado congreso se ha elaborado un documento de consenso, promovido por el Comité Nacional de Prevención del Tabaquismo, en el que han participado más de 30 entidades y sociedades científicas con el fin de “abordar el tabaquismo desde una perspectiva multidisciplinar y desde la atención clínica”. Dicho plan recoge la importancia de que el especialista o el médico de atención primaria identifique siempre a un fumador cuando se dirija a una consulta, sea este o no el motivo de su visita, y de que siempre se le asesore para dejar de fumar.
La Dra Regina Dalmau cree que esta iniciativa será sumamente útil para “identificar a un fumador y conseguir que deje de fumar y en caso de que éste sufra una recaída, algo bastante frecuente, se le debe hacer ver que no es un fracaso”. De hecho, la Dra Dalmau defiende la postura de volverlo a intentar pues los beneficios para la salud son sustanciosos:
“Nunca hay que dejar de intentarlo, siempre hay buenos motivos para hacerlo. Por ejemplo, si un fumador abandona el tabaco antes de los 45 años de edad, su pronóstico vital se iguala prácticamente al de aquellos que nunca han fumado. El aumento de complicaciones cardiovasculares asociado al tabaquismo desaparece casi por completo a los cinco años del cese tabáquico”
El consumo de tabaco disminuye en los hombres, pero aumenta levemente en adolescentes y en mujeres
Según los últimos datos oficiales, el 26,2% de la población española es fumadora. De estos, cerca del 80% se inició en la adolescencia, por lo que esto muestra la gran relevancia que pueden tener las campañas de prevención dirigidas a los jóvenes. Aunque también es cierto que el consumo de tabaco en España ha ido descendiendo en los últimos años, la adicción a los cigarrillos es todavía muy elevada, especialmente si la comparamos con otros países, como Estados Unidos, donde la cifra no supera el 20%.
El descenso de consumo de tabaco viene ayudado, en parte, por medidas controvertidas (aunque para un servidos muy acertadas) como ha sido la ley antitabaco de 2011. Esto, unido a otros factores como la crisis económica, el aumento del precio de los cigarrillos o las advertencias sanitarias con imágenes (algo pasadas de rosca) en las cajetillas de tabaco a facilitado que en España unas 800.000 personas dejaran de fumar y, al menos, tres millones y medio intentaran abandonar el hábito tabáquico.
Vía| Secardiologia
Imagen| Coloribus