En Medciencia ya hemos hablado anteriormente sobre la enfermedad de Parkinson. En una entrada anterior, respondimos a la pregunta “¿Se puede tratar el Parkinson con arándanos?“, y en otra explicamos los beneficios que posee la cafeína en la enfermedad de Parkinson.
Ahora, los investigadores de Emory University School of Medicine han publicado un estudio en el Journal of Parkinson’s Disease en el que se ve un atisbo de esperanza en un fármaco nuevo para prevenir el Parkinson.
Numerosos estudios han puesto en evidencia que en la progresión de la enfermedad de Parkinson existe un componente inflamatorio importante. Por ello, los esfuerzos se han concentrado en desarrollar un fármaco capaz de inhibir la respuesta inflamatoria a nivel cerebral.
De esta manera, los científicos probaron el fármaco XPro1595 en ratas, un fármaco cuya diana es el factor de necrosis tumoral (TNF), una molécula que promueve la inflamación. Obviamente, al inhibir una molécula que está muy implicada en la regulación del sistema inmune, se altera la respuesta inflamatoria ante cualquier infección, un efecto adverso bien conocido en este tipo de fármacos.
El fármaco XPro1595 redujo la muerte de neuronas dopaminérgicas
Para simular la enfermedad de Parkinson en ratas, se les inyectó en un hemisferio del cerebro la neurotoxina 6-hidroxidopamina. Los efectos de esta neurotoxina reprodujeron algunos aspectos importantes de la enfermedad de Parkinson, como la muerte de neuronas que producen dopamina (neuronas dopaminérgicas). Tras la muerte de estas neuronas, aparecieron las típicas alteraciones en el movimiento corporal del Parkinson.
Posteriormente, los investigadores proporcionaron XPro1595 a los animales tres días después de que se les inyectara la neurotoxina. Este fármaco se administra por vía subcutánea, y puede alcanzar niveles suficientes en el cerebro como para tener efectos beneficiosos.
Los resultados que obtuvieron fueron sorprendentes: después de pasar cinco semanas, tan solo el 15% de las neuronas dopaminérgicas murieron, mientras que en el grupo control se perdieron hasta el 55% de estas neuronas. Al reducir la pérdida de neuronas dopaminérgicas que controlan la finura de nuestros movimientos, se pudo evitar las alteraciones motoras.
“Una terapia que podría ralentizar la progresión del Parkinson sería un cambio de paradigma para millones de personas que viven con esta enfermedad, y este estudio es un paso en esa dirección”, comenta el investigador Marco Baptista.
Cabe destacar que cuando el fármaco se proporcionó más tarde, en concreto dos semanas después de la inyección de la neurotoxina, no se consiguieron los mismos resultados: el 44% de las neuronas dopaminérgicas murieron; es decir, existe una estrecha ventana de tiempo para actuar.
Una gran esperanza para evitar el Parkinson
Los investigadores muestran un gran entusiasmo ante lo que podría llegar en los años venideros. Malu Tansey, uno de los autores del estudio, explica:
“Este es un paso importante para las terapias anti-inflamatorias para la enfermedad de Parkinson. Nuestros resultados proporcionan un fundamento convincente para avanzar hacia un ensayo clínico en pacientes con enfermedad de Parkinson en etapas tempranas”
Esperemos que llegue pronto los primeros estudios que analicen este fármaco en pacientes de Parkinson para comprobar realmente el potencial del fármaco XPro1595. Estaremos pendientes.
Fuente: ScienceBlog