En nuestro país, las cifras de consumo entre los jóvenes son alarmantes. La última encuesta publicada en 2011 por la Dirección General del Plan Nacional Sobre Drogas revela que entre los jóvenes con edades entre los 15 y 34 años, el 92.2% consume alcohol, el 42.4% cannabis y el 13.5% cocaína. Además, se incrementa y consolida el patrón de consumo recreativo que conlleva consumos agudos en forma de “atracón” con consecuencias naturalmente muy dañinas.
Es de sobra conocido que el consumo crónico de sustancias como el alcohol, el cannabis o la cocaína producen daños neurológicos. Además, varios estudios realizados en la población general alertan de un mayor riesgo a desarrollar un trastorno mental, incrementándose este riesgo en 4.5 veces. Concretamente se ha encontrado una relación entre el consumo de alcohol y el desarrollo de trastornos afectivos, como la depresión; y el consumo de cannabis con el desarrollo de trastornos de tipo psicótico, como la esquizofrenia.
Un estudio realizado recientemente por el equipo del Dr. García Montes de la Universidad de Almería, se ha centrado en analizar a la población joven universitaria española, tratando de ver las relaciones existentes entre el consumo y determinadas variables de riesgo para desarrollar trastornos de la esfera psicótica, como puede ser la esquizofrenia. Las variables de riesgo estudiadas fueron la predisposición a las alucinaciones, la esquizotipia y la fusión cognitiva. La esquizotipia se define como un conjunto de rasgos de personalidad fantasiosos, por los que las personas tienden a las lusiones y errores sensoperceptivos, mantener, interpretaciones inadecuadas de sucesos normales, manifiestan dificultades en las relaciones sociales y expresan un estilo de comunicación verbal peculiar y distanciamiento afectivo. El concepto de fusión cognitiva se refiere a la medida en que una persona cree que sus pensamientos y acciones son equivalentes, como si los pensamientos pudieran causar algún efecto en el mundo por sí mismos, como si se trataran de un hecho.
Concretamente, en la muestra de 308 estudiantes que participaron en el estudio, todos ellos sin trastorno mental, se encontró cómo la fusión cognitiva se relaciona con el consumo de cannabis y cocaína; la esquizotipia con el consumo de alcohol y cannabis y la predisposición a las alucinaciones con el consumo de cannabis.
Este estudio demuestra que el consumo de drogas se asocia fuertemente con la presencia de factores que predisponen al desarrollo de trastornos psicóticos. Por ello es de vital importancia, especialmente entre los jóvenes universitarios, la concienciación sobre un consumo responsable y las consecuencias que tanto a nivel físico como mental tiene el consumo de alcohol, cocaína y cannabis.
Fuente: Psicothema