El número de afectados por el MERS coronavirus ha aumentando significativamente en los últimos meses, y hace unas semanas, aparecían reportes de esta enfermedad en nuevos países como Egipto, Malasia, Filipinas e Indonesia, sin embargo, el foco de la enfermedad se sitúa en Arabia Saudí, Jordania y Emiratos Árabes Unidos.
El virus fue identificado por primera vez en 2012, en Arabia Saudí, y se ha relacionado con enfermedades como el síndrome respiratorio agudo y grave (SARS) o incluso con el resfriado común. Entre los síntomas encontramos problemas para respirar, tos, fiebre, insuficiencia renal o diarrea.
La OMS cifra en 254 los afectados y en 93 las víctimas mortales
Los últimos registros llevados a cabo por la OMS (Organización Mundial de la Salud) señalan que alrededor del 75 por ciento de los casos podrían tener su origen en una transmisión humano-humano. Se basan en que la mayor parte de estos afectados son trabajadores de la salud y otros enfermos del mismo centro, circunstancia que facilita al virus su transmisión entre un mayor número de individuos.
Pero, ¿y el 25 por ciento restante?
Ya hablamos de un posible origen animal en el que relacionábamos a los murciélagos como vector de este virus, debido a que estos son famosos por la transmisión de enfermedades como la rabia o incluso otros coronavirus (causante del SARS). Pero el doctor Ian Lipkin, epidemiólogo y profesor de epidemiología en el Mailman School de Salud Pública de la Universidad de Colombia ha realizado un estudio en el que relaciona el origen del virus con los camellos, en base a que ha descubierto que aproximadamente dos terceras partes de estos animales han tenido esta enfermedad, encontrando tanto el virus como anticuerpos frente al mismo en la mucosa del animal.
Todo empieza a encajar si conocemos que la población de Arabia Saudí tiene contacto con estos camellos cuándo son pequeños (etapa en la que es más fácil la invasión del virus) y que para más inri, la carne de camello forma parte de sus dietas.
El virus está comprando billetes hacía nuevos países, y ya conocemos casos aislados en Francia, Italia, Gran Bretaña y Alemania, por lo que debemos andar con ojo avizor ante una posible expansión por Europa. Ya se oyen ecos sobre una posible vacuna, pero por el momento nos tendremos que conformar con las medidas que las entidades sanitarias recomiendan: lavarse las manos con frecuencia, evitar el contacto con posibles enfermos y sobre todo evitar carnes no cocinadas, frutas y verduras sin lavar y bebidas en las que no se hayan tomado medidas de esterilización.
Fuente | abcnews