En la vida cotidiana comentemos fallos menores a la hora de hablar con propiedad, sobre todo si usamos términos técnicos. Uno de los mejores ejemplos es el del vidrio y el cristal que usamos la gran mayoria de veces de forma indiferente. Esto lo hacemos porque el cristal y el vidrio son transparentes, con o sin color, son frágiles y no son faciles de distinguir a simple vista. Sin embargo las diferencias son grandes. Desde la estructura atómica hasta las propiedades que podemos ver y observar, repasamos todas estas diferencias.
El cristal y el vidrio; solido y líquido
La primera diferencia que existe entre el cristal y el vidrio es que el cristal es sólido y el vidrio es líquido; sí, líquido. Aunque nos parezca sólido el vidrio es un líquido muy viscoso que fluye tan lento que no podemos verlo a lo largo de nuestra vida ni de varias generaciones. El cristal sin embargo es sólido, cualquier cristal, por definición. Y aquí aparece una de las acepciones menos conocidas, la de cristal. El cristal no es un solo material, es cualquier material con unas ciertas propiedades a nivel atómico.
Un cristal es un sólido en el cual los átomos siguen una ordenación periódica y regular. Esto significa que miremos donde miremos en un cristal, veremos siempre lo mismo. El vidrio sin embargo es amorfo, es decir, los átomos o moléculas no se agrupan según ningún tipo de criterio, están colocadas al azar. Además el vidrio tiene una composición química mucho más concreta principalmente compuesto por silicio. El cristal y el vidrio son diferentes internamente más aún que externamente.
El proceso de fabricación y los resultados.
La forma en la que se consigue que el vidrio no cristalice es enfriando líquidamente la sustancia cuando está caliente y fluida, con menos viscosidad. Los cristales sin embargo se consiguen con enfriamientos lentos o bajo presiones muy elevadas que favorecen una ordenación periódica y organizada de los átomos. Sus propiedades varían mucho, pero tanto el cristal y el vidrio pueden aparecer en forma transparente y rígida, lo que nos lleva a confusión. El vidrio suele emplearse para vajillas y el cristal, más caro, para los relojes por ejemplo.
El cristal suele tener una propiedades muy definidas dependiendo de la estructura de los átomos y del material del que esté hecho. Un cristal de rubí sirve como láser y uno de zafiro sirve genial como protector transparente para, por ejemplo, relojes de gama alta. El vidrio es además más barato y por eso se utiliza para elementos en los que la calidad no es tan crítica. Sin embargo muchas gafas están hechas de vidrio así que tampoco existe una norma universal para saber si estamos antes cristal o vidrio, salvo el material o la estructura interna.