Hoy en día hay medicaciones de muchos tipos, desde las pastillas o píldoras, hasta las cremas, inyecciones (subcutáneas, intramusculares, intravenosas…). Pero ¿quién nos iba a decir que acabaríamos recetando aplicaciones móviles? En más de una ocasión he pensado que existen apps móviles que merecen tenerse en cuenta seriamente, tales como los recordatorios para tomar la medicación por poner un ejemplo. Pero el caso de hoy es un poco más curioso, pues parece ser que un cardiólogo estadounidense se ha tomado bastante en serio eso de aplicar la tecnología de los smartphone en sus pacientes.
El cardiólogo tecnológico
Como cuentan en BBC, el Dr. Topol prefiere las prescripciones de aplicaciones a la medicación. No importa la enfermedad que sufran sus pacientes, pues su idea es que ellos mismos puedan controlarse en su casa gracias a la disponibilidad en el mercado de los actuales dispositivos inteligentes.
Cada vez el asunto es más fácil, pues algunos smartphones ya llevan sensores integrados disponibles para monitorizar la salud, y otros pronto tienen pensado incluirlos. Los fabricantes saben que la salud cada vez importa más, aunque de momento tenemos un mercado bastante amplio de apps para controlar nuestra salud, y el Dr. Topol se aprovecha, y muy bien, de esto.
Fácil y desde casa: Tu smartphone te cuida
Lo primero que hizo este médico tecnológico cuando la BBC fue a entrevistarlo es empezar la consulta con un electrocardiograma, ¡revisado desde su mismo smartphone! La verdad es que sabe sacarle partido a los dispositivos, y por supuesto predica con el ejemplo.
Por otra parte, el mismo monitoriza su salud utilizando una aguja de tamaño micrométrico (del grosor de un pelo) que lleva bajo la piel y mide sus niveles de glucosa en sangre continuamente, todo desde su móvil. Es un dispositivo pequeño y cómodo que podría mejorar la vida de las personas con diabetes, eliminando la necesidad de pinchazos.
“Ahora puedes ver tu teléfono y preguntarte ‘¿puedo comerme esa galleta o ese pedazo de torta?’ Porque si lo hago, mi glucosa aumentará a 1860 o 180. Y empiezas a darte cuenta de cómo tu cuerpo responde a las porciones de comida, al ejercicio… realmente cambia tu estilo de vida, al menos lo hizo conmigo”.
Por otra parte el Dr. Topo afirma que hay una app para cada enfermedad, y él y su equipo se encargan de encontrarla. Cree que esto puede cambiar como se controlan los pacientes, pues pueden hacerlo desde su hogar con un dispositivo que ya suelen usar a diario.
El paciente se autocontrola
Como bien puntualiza el Dr. Topol, la información va directa a los pacientes, y no al médico. La información es poder, y en este caso el poder permite salvar vidas o anticiparse, pues es un control absoluto y continuo de nuestra salud.
“Prevenir un infarto con este tipo de información, para mí es lo más emocionante”
“Podrías monitorear la cuenta de polen, la calidad del aire y la reacción del pecho mucho antes de que la persona sienta un jadeo o tenga dificultades para respirar”
¿Estamos preparados?
Lo que finalmente se pregunta el entrevistador de la BBC y también deberíamos preguntarnos nosotros es si realmente estamos preparados para esta enorme dosis de información. Lo primero que se me viene a la cabeza es el caso de los pacientes hipocondríacos, que por una parte tendrían una alimentación continua de datos, pero por otra los datos no se pueden negar, y en este monitoreo continuo es más difícil todavía.
Aunque es algo que podría salvar vidas, es como todo: El exceso es malo, y puede que el exceso de información y de autocontrol también lo sea. ¿Qué opináis?
Vía | BBC.