Parece que las noticias sobre las consecuencias de déficit de vitamina D últimamente dan bastante que hablar. Hace apenas unos días os comentábamos cómo puede afectar el déficit de vitamina D infantil a largo plazo, con graves consecuencias en la edad adulta. Hoy, en otro estudio, se ha relacionado la vitamina D con un aumento de riesgo de diabetes tipo 2; pero esto no es lo más impactante de la noticia, sino que además dicho déficit parece aumentar el riesgo de diabetes sin importar el peso del paciente, por lo que el riesgo aumenta incluso más que si se padece obesidad de forma simultanea.
El déficit de vitamina D y el riesgo de diabetes
Al menos así lo afirma una investigación publicada en el Journal of Clinical Endocrinology & Metabolism. Como dato, al menos a nivel de Estados Unidos, existen hasta 29 millones de personas con diabetes tipo 2 (un 9,3% de su población), otros 86 millones con pre-diabetes y un 30% de estos últimos con claros indicios de acabar siendo diabéticos tipo 2 en los próximos años. Por su parte, hasta un 41,6% de la población de EEUU sufre déficit de vitamina D según datos de 2011 en un artículo publicado en Nutrition Research. Una burrada, si me permitís la expresión.
En anteriores investigaciones ya se vislumbraba una relación entre el déficit de vitamina D y la diabetes, pero los expertos creían que la obesidad era el paso intermedio. Además, un anterior estudio del 2012 de la Endocrine Society relacionó la falta de vitamina D y un mayor riesgo de obesidad, así como mayor riesgo de diabetes tipo 2, prediabetes y síndrome metabólico. Sin embargo, existen hasta un 10% de individuos con diabetes tipo 2 pero sin obesidad. ¿Es un bajo porcentaje? Sí y no, pues un 10% es poco, pero son muchos individuos si ese 10% representa a 29,1 millones de personas en total a nivel mundial.
Así pues, para saber si la falta de vitamina D provoca por si misma diabetes, o si provoca aumento de peso y esto provoca diabetes, un equipo de investigadores españoles del Hospital de Málaga y la Universidad de Málaga, dirigidos por Manuel Macías González, han investigado a 138 adultos, teniendo en cuenta sus niveles de salud, masa corporal y niveles de vitamina D.
Se clasificó a los participantes según su IMC y presencia de diabetes, prediabetes o ningún trastorno glucémico. A partir de aquí, se midieron sus niveles de vitamina D en sangre y en tejidos adiposos (grasas), según la expresión del gen receptor de vitamina D en los tejidos (si el gen se expresa en tejido graso, la vitamina D tiene efectos sobre dicho tejido).
El déficit de vitamina D importa más que la obesidad en el riesgo de diabetes
Según los resultados, los individuos obesos con diabetes tenían menos vitamina D que los individuos obesos sin diabetes. Por su parte, los individuos con un peso saludable con diabetes eran más propensos a tener niveles más bajos de vitamina D que los individuos con peso normal sin diabetes.
En resumidas cuentas, lo que sugieren estos resultados es que el déficit de vitamina D puede dar lugar a diabetes sin tener ningún factor metabólico acompañante (obesidad o síndrome metabólico, por ejemplo). De hecho, los niveles de vitamina D se correlacionaban directamente con la resistencia a la insulina propia de la diabetes, y no con el IMC, por lo que un peso saludable no nos salva de la diabetes si, igualmente, sufrimos déficit de vitamina D.
Así concluye Manuel Macías González, autor principal del estudio:
“Nuestro estudio muestra que el déficit de vitamina D se asocia más con la diabetes que con la obesidad. Creemos que la deficiencia de vitamina D podría ser un nuevo mecanismo para promover los trastornos metabólicos, como la diabetes tipo 2″
Vía | Health.