El deporte en equipo, un beneficio completo – Medciencia

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La práctica de deportes es una de las actividades más positivas para los adolescentes. Pero si, además, se trata de un deporte de equipo, los beneficios son aún mayores. Estos pueden estimular la confianza en uno mismo, brindar oportunidades de interacción social, ofrecer una posibilidad de divertirse o enseñar el valor del esfuerzo. Todo ello sumado a las bondades intrínsecas sobre la salud de realizar ejercicio periódico, entre los que se incluyen la prevención a largo plazo de enfermedades cardíacas, diabetes y otros problemas de salud.

Algunas investigaciones recientes han detallado otros beneficios concretos para adicionar a los ya comentados, como por ejemplo que el deporte en equipo por parte de jóvenes preadolescentes de 10-14 podría estar vinculado a un menor riesgo de fumar y beber. Investigadores del Dartmouth College (Estados Unidos) han descubierto este hallazgo en una muestra representativa nacional de preadolescentes (6.522) que participan en deportes de equipo al menos un par de veces a la semana o más y que tienen un/a entrenador/a. La investigación ha sido publicada en la revista Academic Pediatrics.

De entre las muchas actividades extracurriculares que realizaban los encuestados (deporte en equipo con entrenador, deportes sin entrenador, música…), sólo la actividad deportiva con entrenador se asoció con un menor riesgo de fumar. Los investigadores indican que, aunque se necesitan más investigaciones para comprender mejor las razones subyacentes detrás de este beneficio sobre la salud, el estudio ofrece una razón más para orientar a padres, madres y expertos hacia aquellos tipos de actividad física con mayores bondades.

Otros muchos más beneficios

Desde un artículo extraído del periódico ABC, el Hospital Universitario Niño Jesús listaba varios motivos por los que fomentar el deporte en equipo entre los más pequeños. He aquí algunos de ellos:

1. Como deporte en sí mismo, gracias a la práctica de ejercicio los adolescentes mantienen un buen estado general de salud, se sienten vitales, entrenan el corazón, el sistema respiratorio, óseo y sanguíneo, y mantienen un mejor estado de ánimo. También pueden sentirse más fuertes para afrontar los problemas y los contratiempos del día a día. Asimismo, el deporte les ayuda a prevenir el sobrepeso y la obesidad, e incide directamente en la reducción de los índices de sedentarismos, tan elevados hoy en día.

2. Mejora el descanso y la calidad del sueño, al favorecer la relajación y la descarga de la tensión cotidianas.

3. Niños y adolescentes se dan cuenta del valor y de las recompensas del esfuerzo continuo y del entrenamiento a medio y largo plazo.

4. Aprenden que conseguir objetivos requiere una etapa de aprendizaje, sacrificios y esfuerzo, y aprenden a entender que no todo es inmediato, ni fácil de conseguir. Asimismo, asimilan mejor la derrota y toleran también mejor frustración; este punto es esencial para poder, algún día, valorar de forma correcta y respetuosa las victorias.

5. Los deportes en equipo fomentan la socialización. Niños y adolescentes comparten triunfos y derrotas y disfrutan de los sentimientos intrínsecos de formar parte de un equipo con un objetivo común.

6. Es una forma más de divertirse y pasarlo bien de forma saludable, puesto que el ocio deportivo previene el exceso de tiempo dedicado a alternativas lúdicas sedentarias y pasivas.

7. Puede ser un punto de encuentro entre padres e hijos. Se ha constatado, en este sentido, que el deporte en equipo beneficia a toda la familia. De hecho, los padres que consideran el deporte como parte de la experiencia educacional de los hijos pueden beneficiarse de su aprendizaje, como aseguraba un estudio realizado en 2012 por investigadores de la Universidad de Purdue, en Indiana (Estados Unidos). En dicho trabajo, los científicos concluyeron que, en el ejercicio organizado y en equipo, mientras los niños amplían su círculo de amistades y aprenden a trabajar en equipo, los padres llevan a cabo el mismo comportamiento desde las gradas (con los otros progenitores). También mejora la comunicación entre los padres, en referencia a la organización logística de la práctica deportiva (compartir viajes) y las habilidades para gestionar el tiempo de forma eficiente.

8. El deporte en equipo puede ser un canal más para mejorar la autoestima de niños y adolescentes que por su cuerpo pueden tener problemas de integración.

Fuente | Psychcentral

Imagen | Pedrito Guzman

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