La compañía francesa Carmat está ultimando las pruebas, para en un breve periodo de tiempo, implantar en pacientes con insuficiencia cardíaca su corazón artificial. Este órgano estará compuesto por membranas de poliuretano (en su parte interior), tejido de vaca (en su parte exterior, para minimizar los posibles rechazos) y componentes electrónicos (sensores y microelectrónica).
La historia de los órganos artificiales viene de bastante atrás. Sin ir más lejos, el desarrollo de este corazón artificial ha llevado quince años, y con él, esperar supera el rechazo que los cuerpos humanos tienen con respecto a órganos no compatibles, incluidos los artificiales.
Cabe decir que este ingenio biotecnológico es completamente funcional y es muy posible que pueda sustituir eficazmente a un órgano natural. Y no sólo eso, si no que gracias a los componentes electrónicos que lleva, el paciente podrá estar totalmente controlado mediante estos sensores. El médico podrá conocer en tiempo real si existe algún fallo (coagulación o rechazo) por el paciente y tomar las medidas adecuadas antes de que sea tarde. Mucho antes que en otros casos.
Este órgano artificial será probado en pacientes con insuficiencia cardíaca en Arabia Saudí, Bélgica, Eslovenia y Polonia. Una gran e importante avance para la medicina, ya que las posibilidades de encontrar un donante para el corazón son muy escasas (es un órganos sin el que no se puede vivir, obviamente, por lo que el donante debe tener un corazón sano pero estar clínicamente muerto) y podría ayudar a mejorar y salvar millones de vidas en pocos años.
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Fuente: Carmat SA