Esta pregunta lleva décadas en el aire, y cada vez son más los que afirman que si, que las féminas son las más inteligentes. La cultura popular se basa en el hecho de que suelen ser más chicas las que acceden a estudios universitarios, por ejemplo (esto lo he oído yo mismo muchas veces), pero no se suelen basar en muchas referencias más que esta. Además es un tema muy complejo de discutir, ya que estamos acostumbrados a ver a gente más alta o baja que otra, más delgada o gorda, más o menos atractiva… pero el tema de la inteligencia es tabú en muchas ocasiones. Esta medianamente bien visto ser “superficial”, pero dudar de la inteligencia de otra persona es lo peor que se puede hacer socialmente (o lo mejor, si se quiere buscar empezar una discusión).
Pero, ¿por qué? ¿Por qué aceptamos las diferencias físicas y nos cuesta aceptar las demás? La respuesta es genética. Aceptamos que la genética es responsable de estas diferencias físicas, pero aún no aceptamos completamente que la genética o la biología pueden ser responsables de la diferencia de inteligencia entre personas, o entre sexos.
Pues bien, en el nuevo libro del psicólogo James Flynn, de la Universidad de Otago de Nueva Zelanda intenta acabar con este tabú de la diferencia de inteligencia. Según este libro, las mujeres son sistemáticamente superiores en las pruebas estandarizadas de inteligencia, cosa que contradice a anteriores resultados donde se sugería, históricamente, que los hombres tenían cocientes intelectuales un par de puntos superiores (en otras palabras, habían tenido mejores resultados en las pruebas de inteligencia). Específicamente, las mujeres serian mejores en áreas como la “multitarea” por ejemplo.
Las investigaciones con las pruebas de inteligencia han sido realizadas en países muy dispares como Estonia, Argentina, Israel y Nueva Zelanda. Eso sí, hay que dejar claro que las diferencias de inteligencia son muy pequeñas, solo de uno o dos puntos porcentuales como mucho (recortemos que la media de inteligencia esta en 100, que las “inteligencias superiores” son a partir de 120, y que a partir de 130 se consideran superdotados). La duda que plantea Flynn es por qué las mujeres deberían ser más inteligentes, y por qué eso sería una tendencia actualmente.
Principalmente, hay que dejar claro que los test de CI tratan de medir la “inteligencia general innata”, que está separada de los prejuicios culturales o sociales. Es decir, las preguntas intentan buscar asociaciones, lógica, entre patrones, formas, orden o estructura, pero no relación entre palabras (ya que esta relación puede variar según el nivel cultural o social de la persona). Por eso, aunque la inteligencia no se puede medir totalmente, porque es algo muy completo, los psicólogos aceptan el CI como una medida muy bien correlacionada, ya que las personas con un CI elevado tienen a conseguir mejores calificaciones, mejores trabajos, mejores ingresos… Por tanto, nos guste o no, una persona “muy inteligente” suele acabar siendo una persona con éxito.
El Efecto Flynn:
Para seguir explicando la “tendencia” actual en la inteligencia, tenemos que hablar de este curioso efecto, descubierto y explicado por el propio autor del nuevo libro, James Flynn, en la década de 1980.
Según este efecto, el cociente intelectual habría aumentado entre un 10 y un 20 por ciento desde la primera mitad del siglo XX hasta ahora. Por eso, cada cierto tiempo las pruebas de CI son revisadas para mantener la “media” en 100. Por ejemplo, un niño que tuviera un CI de 100 actualmente, tendría un CI de 110 mas o menos en una prueba de 1970. Este efecto, en los países industrializados y en desarrollo, aumenta sobre tres puntos porcentuales por década.
Pero, ¿cuál es la causa del efecto Flynn? Durante años se creyó que era la genética (imposible, ya que el efecto se producía demasiado rápido) o la dieta (tampoco, porque países como EE.UU., Canadá y Escandinavia han sido bien alimentados durante un siglo o más), incluso se especulo con el nivel de educación de cada país (más de lo mismo, ya que se siguió aumentando el efecto aunque la enseñanza obligatoria ya existiera en la mayoría de los países). Todos estos argumentos fueron desdeñados.
La causa, finalmente, la postuló el propio Flynn: no hay cambios innatos en nuestro cerebro, sino que lo importante es la forma de reaccionar de nuestro cerebro a los problemas modernos o actuales. Por ejemplo, antes las cosas se relacionaban por la situación o el uso: si preguntábamos hace unas décadas la relación entre un perro y un conejo, la respuesta podría ser fácilmente que “los perros sirven para cazar conejos”. Hoy en día, la respuesta “correcta” sería que “ambos son animales” o “ambos son mamíferos”. Hemos aprendido a categorizar las cosas, a diferenciar entre mamíferos o no mamíferos, dólares o euros, frutas o verduras… En este caso, el CI se debería más a un factor de “modernidad” en lugar de un factor de “inteligencia”.
Según Flynn, por eso las mujeres han alcanzado y superado a los hombres en ciertas pruebas de CI. Dice que puede haber algo innato en sus cerebros que les permite sistematizar y hacer frente a la complejidad del mundo en general.
“En los últimos 100 años los cocientes intelectuales de los hombres y las mujeres han aumentado, pero las mujeres han aumentado más rápidamente. Esto es una consecuencia de la modernidad. La complejidad del mundo moderno está haciendo a nuestros cerebros adaptar y elevar nuestro cociente intelectual”
La verdad es que es una investigación compleja, porque es un tema complejo y muchas veces tabú en las conversaciones sociales. Es complicado hacer comparación por sexos, y mucho peor es comparar por razas por ejemplo, pero esto ya es otra historia.
Vía: The Telegraph.