Daniel Canarias preguntó:
“Ahí va mi pregunta :
Basándonos en la famosa frase “la energía no se crea ni se destruye”
Y en la certeza ,de que nuestro cuerpo,o cualquier otro ser vivo, funciona con BIO electricidad (como el cerebro, los pensamientos, la conciencia, etc).
¿No significaría que la muerte no es el fin, si no es una transformación en otro estado de energía?
Gracias ya por la difícil, si no imposible respuesta. :-)”
Esta es una pregunta que me parece interesantísima pero antes de meternos al tema hay que aclarar algunos conceptos.
La bioelectricidad es simplemente electricidad generada por organismos vivos (por células vamos). La electricidad que pasa por nuestro cerebro es, efectivamente, bio así como la que pasa por nuestros músculos, organos, etc.. y lo mismo para los animales o cualquier otro organismo vivo. Sin embargo, ésto no tiene ninguna importancia; la bioelectricidad no se diferencia de la electricidad normal absolutamente en nada excepto en la manera que es producida. Es decir, si nosotros sólo vemos una bombilla encenderse no tenemos absolutamente ninguna forma de saber si esa electricidad es bio, porque la bio y la normal son absolutamente indistinguibles.
Dicho esto, nuestro cuerpo y el del resto de seres vivos sí funciona con electricidad.. ¡junto con otros miles de elementos! El cerebro, los pensamientos, la conciencia, etc.. no son bioelectricidad, son la combinación de miles de CUATRILLONES (10 a la 24, el número de Avogadro) de diferentes tipos de átomos y otras partículas en una forma muy específica y única. Y esta es la razón por la que todos somos diferentes, porque es estadísticamente imposible que dos personas tengan exactamente el mismo número de elementos en el cuerpo/cabeza colocados de la exactamente de la misma forma. Los átomos y otras partículas son también un tipo de energía así que cuando nos muramos, esta energía se reciclará en otras partículas o formas de energía. Sin embargo, como he dicho antes, no son sólo las pequeñas piezas las que nos hacen ser como somos sino también la forma en la que están ensambladas entre sí; y cuando nos morimos, nos pudrimos y parte de las piezas se va al terreno o los bichines se llevan algunas partes o nos incineran y todo se convierte en cenizas y humo, etc.. Es decir, el problema no es que nuestras piezas por separado no desaparezcan sino que cada una se va para un lado, haciendo que la estructura que era nuestro cuerpo y cerebro se disuelva. Por cierto, en física tenemos un nombre para el “cómo están ordenadas las cosas”: Información (más o menos); podríamos decir que al morir se pierde la información de nuestro cuerpo.
Así que respondiendo a la pregunta de la que forma en la que se planteó: No, la muerte es el fin pues aunque la energía del universo seguirá siendo la misma, la información que eras tú se ha perdido y es imposiblemente improbable que vuelva a aparecer de forma fortuita. Y, por supuesto, cualquier idea de fusionarnos con la naturaleza, con “Gaia” o alguna otra ida de olla similar queda completamente descartada.
Bueno, antes de seguir creo que lo primero que debería hacer es dejar las cosas claras. La ciencia NO sabe que pasa con nuestra conciencia, pensamientos, etc.. después de la muerte (y tampoco lo sabe ninguna otra disciplina humana.. por mucho que se empeñen religiones y sectas en decir lo contrario); todo lo que vais a leer a continuación son especulaciones personales para pasar el rato y pensar un poco .
Por lo que he dicho parece que si alguien en algún momento consiguiese construir un cuerpo exactamente igual al que teníamos (igual átomo a átomo) en algún punto antes de morir, podría “resucitarnos”. Pero hay un problema aquí, la tecnología necesaria para hacer algo así(colocar miles de cuatrillones de átomos uno a uno en sitios específicos con precisión nanométrica) no existe y tiene pinta que no va a existir jamás; así que si queremos volver al mundo de los vivos mejor intentar otras cosas.
Creo que la opción más sencilla y que podría llegar a ser plausible es la clonación; tu encargas un clon y cuando te mueras encargas que le inserten tus recuerdos (por cierto, los recuerdos es más de los he dicho antes, una barbaridad de átomos combinados de una forma específica). Lo que sacarás de ésto no será un tú perfecto pues aunque por fuera lo parezca, a nivel atómico habrá muchas diferencias; sin embargo es lo más cercano a una resurrección que nuestra tecnología va a ser capaz de conseguir.
Por otro lado tenemos una de estas teorías locas de cosmología llamada el “Big Bounce” (Gran rebote en español), en ella se dice que el universo siempre empieza con un Big Bang y empieza a expandirse (que es lo que está pasando ahora mismo) hasta que para y empieza a contraerse. Todo acaba en un “Big Crunch” que es como el Big Bang pero al revés, es una implosión, todo el Universo vuelve a ser un solo punto.. y entonces todo vuelve a empezar con otro Big Bang. Esta es la teoría del Big Bounce, el Universo está atrapado en un ciclo interminable de Big Bangs y Big Crunchs. La gracia es que si la explosión y la implosión son simétricas (cosa que no es nada claro que tenga que ser así) entonces todo volvería a pasar como está pasando ahora y como ha pasado innumerables veces ya, entonces cada uno volvería a recostruirse de la misma forma en la que fue construido en los otros ciclos y volvería a vivir su vida. Por supuesto, esta teoría esta muy lejos de ser demostrada y es más que probable que sea una ida de olla. Pero es una ida de olla curiosa y divertida , por eso la comparto con vosotros :).