El Fracking, a fondo – Medciencia

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La técnica del “fracking” ha sido portada en la sección de medioambiente de periódicos y revistas de tirada nacional de distintos países del mundo.

También en un artículo de Medciencia “Superando el límite 400” mencionamos brevemente en qué consiste esta técnica.

Aunque a lo mejor no nos suene esta palabra, que en nuestro idioma tiene que ver mucho con fracturar o romper, es necesario hablar a fondo de la técnica del fracking, porque cada vez va a salir en mayor cantidad de medios de información, por ser una técnica novedosa, pero no por el hecho de serlo, deja de ser peligrosa, para el medio ambiente y para el ser humano.

¿Qué es el fracking?

Es una técnica mediante la cual se extrae gas que se encuentra en rocas de la corteza terrestre (se realiza en profundidad), mediante la inyección por fractura hidráulica de agua con productos químicos a alta presión.

Los compuestos químicos que contiene el agua utilizada en esta técnica interaccionan con las partículas que componen la roca, ésta las absorbe y finalmente termina rompiéndose y liberando el gas que se busca.

La cantidad de agua que se necesita es de alrededor de 14 millones de litros de agua por pozo de extracción, y por cada lugar de extracción se necesitan muchos pozos, es decir, no estamos hablando de una pequeña cantidad de agua.

¿El agua que se utiliza en el fracking es similar al agua que conocemos?

Lamentablemente la respuesta es no. A continuación vamos a anexar una tabla comparativa entre la composición del agua que se utiliza en la técnica de fracking y la composición de agua promedio de un río cualquiera.

Estos datos, han sido obtenidos de un estudio publicado por el CEET: Center of Excellence in Environmental Toxicology en la Universidad de Pensilvania. Vamos a ver diferencias significativas:

CONCENTRACIÓN AGUA DE FRACKING

CONCENTRACIÓN AGUA PROMEDIO DE RÍO

Partes por millón

Partes por millón

Sólidos disueltos totales

81,627

30 – 200

Cloro

49,473

3 – 40

Sodio

21,710

3 – 50

Calcio

6,949

5 – 20

Estroncio

1,511

0,05 – 0,2

Bario

1,156

Magnesio

587

2 – 15

Bromo

508

1 – 3

Potasio

483

5 – 10

Sulfato

105

5 – 50

Viendo esta tabla no nos podemos engañar, el agua de fracking tiene más del doble del máximo en sulfatos, casi 50 veces el máximo de potasio, más de 130 veces el máximo de bromo permitido, casi 40 veces el máximo de magnesio, más de 10 veces el máximo de bario, más de 7 veces el máximo de estroncio, más del máximo en cloro del agua de río.

En definitiva, que la composición del agua de fracking es radicalmente distinta al agua de río.

Todo esto sin mencionan aditivos de uso común en el agua de fracking, como son: ácido hidroclórico o ácido muriático, glutaraldehido, clorato sódico, N,n-dimetil formamida, hidroxietil celulosa, bisulfito amónico o etilenglicol entre otros.

Impactos medioambientales de la técnica de fracking

Disminución en la cantidad de agua: por la retira de agua de pequeños torrentes, ríos y aguas subterráneas, afectando a todas las formas de vida que se encuentren en esos medios acuáticos.

Disminución en la calidad del agua (superficial y subterránea): altas concentraciones de sólidos disueltos (y material radiactivo) pueden impactar a las aguas subterráneas y superficiales y disminuir la diversidad biológica y la funcionalidad de los ecosistemas.

Fragmentación del terreno y del hábitat: reducción de los espacios forestales y espacios abiertos de los ecosistemas, pérdida de conectividad entre los hábitats. Este efecto es problemático, ya que cualquier especie para que se desarrolle correctamente necesita un hábitat para crecer, desarrollarse y reproducirse, pero si el terreno que ocupa es fragmentado, y no hay conexión posible entre otros terrenos que ocupe la misma especie, está condenada a desaparecer.

Impactos en la salud humana de la técnica de fracking

Impactos por el excesivo uso de agua superficial y subterránea. Recordemos los 14 millones de litros por pozo de extracción que comentábamos antes. Con lo que aunque la gente necesite agua, no se podrá utilizar, porque no habrá tanta agua disponible.

Exposición a los químicos que se utilicen en el fracking que sufran fugas o derrames. Y unido a esto, falta de tratamiento disponible ante fugas o derrames.

Exposición a material radioactivo, así como inhalación a compuestos orgánicos volátiles, como sulfuros, bencenos, metano, etc.

¿Tendencia para el futuro?

Hace unos días el gobierno de Corea del Sur y el de Estados Unidos se reunieron para cooperar en la extracción del gas natural de esquisto (tipo de roca metamórfica).  Este hecho puede suponer que en el futuro, sea un importante sustento energético para el país asiático, ya que es el segundo mayor importador de gas natural del mundo.

Corea del Sur quiere que para el año 2020, el 20% del total de adquisiciones sean de gas esquisto, con lo que están muy interesados en este tipo de gas que se extrae mediante la técnica del fracking.

Esto sería lo relacionado con la economía, pero los impactos en el medio ambiente y en la salud humana, posiblemente ocurrirán.

Sin ir muy lejos, el CEET: Center of Excellence in Environmental Toxicology está realizando estudios, como el de una muestra de 72 adultos del condado de Bradford en Estados Unidos, que son vecinos a zonas de extracción, donde se relacionan la fractura hidráulica o fracking con males tan diversos como trastornos del sueño, sinusitis o problemas gastrointestinales.

Concluyendo

Desde Medciencia coincidimos plenamente con Trevor Penning, director del CEET, que indica que el objetivo de la ciencia debería ser proteger a la población y el entorno antes de que se produzcan daños, no limitarnos a tratarlos cuando el daño ya está hecho.

El ser humano ha contaminado el aire, ha contaminado los océanos, ha contaminado la superficie terrestre, y la siguiente fase de la contaminación del hombre es hacia dentro de la Tierra.

Como hemos comentado en artículos anteriores, la raíz de todos los males es el amor al dinero, y se ve en detalles como estos, en lugar de recurrir a potenciar al máximo las energías renovables, se recurre a lo fácil, seguir buscando por distintos recovecos dónde puede haber más gas natural para sacar mayor cantidad de dinero en poco tiempo.

Desde Medciencia, al igual que han dicho muchos colectivos alrededor del mundo, decimos: ¡¡¡NO AL FRACKING!!!

 

Fuentes: Center of Excellence in Environmental Toxicology, ABC y EFE Verde

Imagen: Frack Free Mahoning Valley

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