El HDL o “colesterol bueno” disminuye en las fumadoras pasivas adolescentes

fumador_pasivoYa es bien conocido que el HDL, o conocido popularmente como “colesterol bueno” por ser un protector del endurecimiento de las paredes de las arterias, está influenciado por muchos factores. Todos estos factores se podrían clasificar en tres grandes grupos: el género, la genética y los factores medioambientales; es decir, dos de esos tres grupos vienen de “fábrica” (el género y la genética), mientras que los factores medioambientales son susceptibles de ser modificados ya que se debe a factores externos. Desgraciadamente, este es el único factor que puede ser regulado puesto que hoy en día la terapia génica se encuentra en sus albores.

Aún así, en este caso los factores medioambientales pueden llegar a ser más decisivos de lo que se pensaba con anterioridad: siguen surgiendo estudios que demuestran que un hábito de vida saludable aumenta los niveles de HDL, como es el caso de una buena alimentación y la realización regular de ejercicio. No obstante, también ocurre al contrario, en el que un hábito de vida no tan saludable podría perjudicar y mucho los niveles de HDL. Ya se habló hace poco en Medciencia de uno de estos factores que podrían provocar un descenso alarmante de HDL: el estrés. Ahora, un nuevo estudio se ha centrado en cómo interviene el humo del tabaco en los niveles de HDL durante los primeros 17 años de vida de adolescentes fumadores pasivos.

Este estudio, realizado por el equipo de Chi Le-Ha de la Universidad de Australia Occidental, ha tenido como objetivo comparar los niveles de HDL en adolescentes de 17 años que han sido fumadores pasivos con los que no lo han sido, así como analizar las diferencias ocurridas debidas al género. De un total de 1.754 adolescentes, 804 fueron fumadores pasivos durante toda su vida y, tras analizar y comparar los niveles de HDL de cada uno de los grupos, se llegó a la conclusión de que existían diferencias estadísticamente significativas: las adolescentes fumadoras pasivas vieron descendidos sus niveles de HDL, mientras que no ocurrió lo mismo con los adolescentes que fueron fumadores pasivos.

Conclusiones

El estudio ha demostrado una diferencia significativa en cuanto al sexo en la exposición al humo del tabaco. Por tanto, hay que tener especial cuidado con las chicas que sean fumadoras pasivas puesto que unos niveles bajos de HDL puede provocar efectos perjudiciales a largo plazo, y no son precisamente livianos. Una disminución de los niveles de HDL puede provocar el progresivo endurecimiento de las arterias. Si el problema no se detecta a tiempo, el endurecimiento arterial, o ateroesclerosis en la jerga médica, podría conllevar a la oclusión de una arteria que pueda ser vital como las arterias coronarias que irrigan al corazón produciendo un infarto de miocardio, o las arterias que llevan los nutrientes tan necesarios para el cerebro con el desarrollo de un infarto cerebral (ictus).

Teniendo en cuenta las importantes consecuencias que conlleva unos niveles bajos de HDL desde tan temprana edad, se deberían asegurar unas medidas de salud pública para reducir la exposición al humo del tabaco por parte de las adolescentes especialmente, incluso durante la época de gestación. Este estudio es una demostración más del por qué la ciencia debe irrumpir en la política. Podría entrar a comentar este último tema que os aseguro que daría para mucho, pero no quiero tampoco encrespar mis ánimos en vano.

 

Fuente: NCYT

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