En las publicaciones de divulgación científica tendemos a centrarnos en los hitos más exóticos de la ciencia, por motivos evidentes. Lo que a veces se nos olvida es que tan importante como descubrir nuevos paradigmas, es confirmar que las teorías y leyes actuales son válidas. Y de eso van las dos nuevas partículas encontradas en el LHC, de confirmar el modelo estándar de física de partículas.
Partículas no elementales: Los bariones
En este caso hablamos de partículas no elementales, bariones concretamente. Los bariones son un tipo de partículas subatómicas compuestas por 3 quarks (estos sí son indivisibles). En este caso estamos hablando de los bariones “cascada b” con espín 1/2 y 3/2 respectivamente.
Los bariones pueden estar formados por 3 quarks cualesquiera, siempre que estos tengan carga de color (como la carga eléctrica, pero para la fuerza nuclear fuerte) diferente todos ellos. Análogamente existe los antibariones que están formados por antiquarks siguiendo las mismas reglas. Nuestros bariones, también llamados Xi bottom, está formados por un quark d (down), uno s (strange), y uno b (bottom) ordenados de mayor a menor masa.
Estas partículas llevan varios años predichas por el modelo estándar y las leyes de agregación de quarks, pero no habían sido aún descubiertas debido a su masa y que son inestables. La principal característica de estas partículas es su composición ya que están formadas de un quark de cada una de las 3 diferentes generaciones.
La masas de estas partículas han sido identificadas utilizando colisiones protón-protón en colisión al 50% de la energía máxima del LHC. Los valores obtenidos han sorprendido a varios teóricos, ya que según algunos submodelos dentro de gran modelo estándar las predicciones apuntaban a masas algo mayores. Como siempre, ha habido que esperar a los análisis y comprobaciones de la veracidad de los resultados para poder concluir que la masa de estas partículas (que varía de una a otra) es de casi 6 Gev/c2; bastante menor que la del bosón de Higgs (aproximadamente 125 Gev/c2)
No estamos hablando de un resultado revolucionario que cambia radicalmente nuestra forma de entender el mundo, sino un ajuste más fino a la teoría ya establecida. Los cambios radicales de física de partículas vendrán más adelante, cuando el LHC vuelva a ponerse en funcionamiento pleno rendimiento y comprobar (o no) la existencia de teorías supersimétricas o de dimesiones extra.
Hay que destacar la importancia de este tipo de experimentos ‘menores’ que arrojan detalles sobre el comportamiento de los quarks que son una de las partículas principales del plasma primordial que surgió instantes después del Big Bang ya que ayudan a entender mejor la dimámica del universo primigeneo.
Fuente: Physical Review Letters