El mapache ya vive en España y puede ser foco de enfermedades importantes

El hecho de introducir especies en nuevos territorios puede salir bien o puede salir mal. Normalmente es algo que no sale bien, que se lo pregunten a los australianos… Los ecosistemas gozan de un equilibrio muy perfecto pero también muy delicado si se introduce algún elemento extraño. Un estudio sugiere que la introducción del mapache en España puede traernos consecuencias fatales si no se estudia a fondo su estado sanitario actual.

El mapache (Procyon lotor) es originario de América del Norte y se ha ido introduciendo en Europa poco a poco debido a su uso como animal de caza, por el atractivo de sus pieles y como animal de compañía. De hecho, ya forma parte de la fauna salvaje de Madrid, Guadalajara y Mallorca.

Según han investigado científicos del IREC el mapache constituye un peligro a tener en cuenta por su rápida distribución y las muchas enfermedades que transmiten aunque aún se desconoce el alcance del daño que puede causar este animal al medio ambiente, a otros animales y a nosotros mismos.

¿Qué enfermedades pueden transmitir a los humanos?

  • Rabia. Aunque es una enfermedad que está controlada en Europa occidental aún hay casos en Europa del Este
  • El parásito Baylisascaris procyonis. Sus larvas pueden persistir bajo la piel, el cerebro y otros órganos. Desde EEUU alertan de que entre el 68%-82% de los mapaches de allí están infectados por este parásito y constituyen un gran riesgo. De hecho, esta afección está emergiendo y expandiéndose por Europa.

El origen más probable del mapache en España es debido a que los dueños del animal lo suelten cuando se vuelven agresivos o porque ellos mismos se escapen de casa. El problema actual es que no se existe un control del comercio de este animal en nuestro país. La mayor parte de ese comercio se debe a su demanda como animal de compañía. En serio, ¿un mapache como animal de compañía? Hoy en día ya nada me sorprende.

Según dice la investigadora principal de este estudio, Beatriz Beltrán-Beck, “son necesarios más estudios epidemiológicos sobre su estado sanitario actual y la puesta en marcha de medidas que limiten los posibles impactos negativos del establecimiento de los invasivos mapaches”.

Por último os quería contar algo que me pasó hace unos 7 u 8 años. Yendo en el coche por mi cuidad se me cruzó un mapache que salió de un parque. Paré el coche y lo busqué. ¡No me podía creer que hubiera visto un mapache! Efectivamente, lo volví a ver entre los arbustos y me fui a casa. Avisé a la protectora de animales de aquí y no me hicieron ni caso, creo que me tomaron por loca o pensarían que había visto un gato grande. Sé perfectamente cómo es un mapache y con esta noticia me queda aún más claro que lo que vi no eran imaginaciones mías.

 

Fuente: El referente, SINC, Parasitosdelganado

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