Los factores socioeconómicos afectan directamente a los niveles de satisfacción sexual, según un análisis basado en la primera (y última hasta el momento) Encuesta Nacional de Salud Sexual de España (2009). Al parecer, las personas de menor nivel socioeconómico declaran estar menos satisfechas sexualmente, lo que sucede especialmente en las mujeres.
El trabajo de análisis ha sido llevado a cabo por investigadores de la Agencia de Salud Pública de Barcelona (ASPB). La encuesta de 2009 se creó con 9.850 entrevistas que permitieron observar que en torno a un 90% de hombres y mujeres estaban muy satisfechas o bastante satisfechas con su vida sexual en general, y que un 95% estaba satisfecho con las relaciones sexuales que habían tenido durante el año anterior. Además, la población española declaró estar más satisfecha con las relaciones sexuales que tuvieron con una pareja estable que con una pareja esporádica.
Satisfacción, seguridad y abusos
El nuevo estudio, publicado en Annals of Epidemiology, le ha dado un nuevo aire a la encuesta, relacionando toda esta satisfacción con los niveles socioeconómicos. La conclusión principal, que las personas de menor estado socioeconómico están menos satisfechas sexualmente, muestran que existe un vínculo directo entre ambos factores. Esta relación aumenta mucho más en las mujeres que en los hombres.
El trabajo reciente también ha relacionado el nivel socioeconómico con la seguridad en las relaciones sexuales y con experiencias sexuales abusivas. Con respecto a la seguridad, los resultados muestran, de nuevo, una relación notable: aquellas personas con menor posición socioeconómica son las que hacen un menor uso de anticonceptivos. En este caso, además, se produce una relación por igual entre hombres y mujeres. La explicación que dan los investigadores es que las personas con una mayor posición socioeconómica parecen tener una mayor conciencia de sus propias necesidades y una mayor capacidad para desarrollar su sexualidad de una manera satisfactoria para ellas mismas, a la vez que tienen un mayor control sobre el uso de anticonceptivos.
Con respecto a las experiencias sexuales abusivas, los resultados muestran que especialmente las mujeres de posición socioeconómica más baja sufren más experiencias sexuales abusivas (en la encuesta, más del 4% de hombres y el 6,5% de mujeres declararon haber tenido alguna relación sexual en contra de su voluntad a lo largo de su vida). Los investigadores, en este caso, hacen hincapié que aquellas mujeres con menos recursos son precisamente las que pueden tener más problemas a la hora de contactar con los diferentes organismos que pueden facilitarles ayuda.
Ante estas evidencias relacionadas con las diferencias socioeconómicas, los autores del trabajo inciden en la necesidad de implementar políticas que intenten reducir las desigualdades socioeconómicas y de género que se han detectado en la satisfacción sexual, en el uso de anticonceptivos y en las relaciones sexuales abusivas de la población española.
Crisis y satisfacción sexual
Siguiendo la lógica del análisis reciente, es lógico pensar que la crisis económica de estos últimos años haya podido afectar a la calidad de las relaciones sexuales. Lo confirmaba de hecho un estudio europeo de finales de 2012 realizado por Pfizer. Según los datos, en ese momento, el tiempo que los españoles dedicaban a las relaciones sexuales se había reducido en casi un 30% desde 2010. Además, un 26% de los hombres españoles había evitado mantener una relación sexual debido a estar preocupado por su erección y un 33% las había evitado por temor a que estas no fueran completamente óptimas.
Estas estadísticas confirman, como indicaban en la información del estudio, lo que los sexólogos clínicos saben: que cuando una persona tiene problemas o conflictos internos y externos como no tener ingresos, estar en paro o pensar que a uno le pueden despedir, repercute sin duda en el deseo y en el estado de ánimo, lo que provoca una disminución de la frecuencia y la calidad de las relaciones sexuales.
Estos datos contrastan con lo que, al parecer, desea la gran mayoría de los españoles: que el tiempo dedicado a las relaciones sexuales sea lo más satisfactorio posible. De hecho, el 96% de los encuestados (6.249 en total) consideraba importante la satisfacción sexual y la buena calidad de las relaciones sexuales, y un 82% afirmó les gustaría mejorar su vida sexual. Los españoles mostraron el porcentaje más alto de toda Europa, casi 20 puntos por encima de la media.
Además, los datos obtenidos sugerían que la vida sexual de las personas pertenecientes a los países económicamente más inestables se ve más afectada. Un 21 de los participantes italianos indicaba que la situación económica había repercutido en su deseo sexual o capacidad de llevar una vida sexual satisfactoria, frente al 11% de la población sueca y al 9% de las personas de Alemania y Reino Unido (países donde la crisis no ha sido tan intensa).