Un grupo de investigadores de la Universidad Médica de Harbin en China ha conseguido desarrollar con éxito el primer trasplante de cabeza de un mono (vivo) en el cuerpo (también vivo) de otro individuo de su misma especie. El equipo fue liderado por el profesor XiaoPing Ren, quien ya había logrado trasplantar anteriormente cabezas de ratón en numerosos experimentos. En este nuevo hallazgo con primates, se consiguió mantener con vida al individuo al que se le había practicado el trasplante durante 20 horas, conservando intacta la actividad cerebral. La operación se llevó a cabo en colaboración con Sergio Canavero, profesor de neurociencia en la misma universidad, quien está convencido de que un futuro no muy lejano se podrá realizar la misma operación… ¡en humanos!
“Se trata de una verdadera victoria para la humanidad”, asegura Sergio Canavero, satisfecho por primera vez tras haber sido criticado en los últimos años. Un “trasplante de cabeza”, es decir, el trasplante de una cabeza humana (viva) en el cuerpo de un donante (vivo en estado de muerte cerebral), permitiría aplicaciones tan útiles como por ejemplo restaurar la parálisis de un humano tetraplégico, gracias al cuerpo de un donante sano. Ya han pasado tres años desde que el neurocirujano italiano comenzó a trabajar en un protocolo para la reconstrucción alogénica de cabezas, que recibió el nombre de Heaven (Head Anastomosis Venture). Se trata de un proyecto que rápidamente despertó el interés de la comunidad científica , debido a todas las cuestiones éticas y técnicas que suscita el trasplante de órganos.
Un procedimiento quirúrgico innovador para el trasplante
Inspirado por el trabajo del Dr. Robert White, un neurocirujano estadounidense que se dedicó a trasplantar cabezas de perros y monos en la década de 1970, Sergio Canavero estudió en profundidad el procedimiento quirúrgico llevado a cabo y lo modificó para su mejora. Éste consiste fundamentalmente en separar en primer lugar las cabezas de los cuerpos de ambos individuos, y luego fusionar la médula espinal del cuerpo del donante con la de la cabeza del destinatario. Para ello, Sergio Canavero propone un nuevo protocolo llamado GEMINI, en el que se hace uso del polietilenglicol (PEG), una sustancia que induce la fusión de los axones en los nervios de donante y receptor. Después, mediante estimulación eléctrica, se pueden volver a conectar los dos cordones nerviosos. Además, al mismo tiempo en el que se está operando, se protege el cerebro del donante.
“La estrategia de protección consistió en someter al cerebro en estado de hipotermia, y establecer una circulación cruzada entre donante y receptor con un sistema de cánulas o tubos”, explica el profesor XiaoPing Ren. También se hizo uso de una molécula de acción neuroprotectora. En cuanto a la aplicación del protocolo en humanos, muchos expertos ven en éste la posibilidad de un tratamiento para la parálisis provocada por lesiones de médula espinal. Sin embargo, no son pocos los científicos que se oponen al empleo de la nueva estrategia, por cuestiones éticas ligadas al uso de animales de una especie tan cercana a nuestra.
Voluntaria para recibir un cuerpo nuevo
A pesar de la polémica situación, el equipo ya ha puesto en marcha en China los primeros estudios sobre cadáveres humanos, con el objetivo de refinar el protocolo y extrapolarlo al campo de la medicina. Incluso ya cuentan con una paciente, Valery Spriridonov, una joven rusa de 30 años víctima de una grave enfermedad degenerativa, ofrecida voluntariamente para recibir un cuerpo nuevo. La posible intervención presentaría un elevado presupuesto difícil de financiar, no obstante, los investigadores apuestan por una visión optimista y afirman que podría tener lugar a finales del próximo año 2017.
Fuente |HRBMU