El guepardo (Acinonyx jubatus) es el animal terrestre más veloz. Su velocidad media de carrera está entre los 95-115 Km/h, es decir, pueden correr los 100 metros lisos entre 3.8 – 3.2 segundos. De hecho, en 2009 una hembra llamada Sarah corrió los 100 metros lisos en ¡3 segundos!
Es una animal del grupo de los felinos, de entre 40 y 65 Kg de peso que habita las sabanas y las estepas de äfrica y Sur de Asia. Su pelaje a manchas le confiere una gran capacidad de camuflaje con el medio.
Un grupo de científicos ha comparado las carreras al galope de guepardos (Acinonyx jubatus) y de galgos (Canis familiaris) por tener una estructura biomecánica muy similar. Los han grabado utilizando cámaras de alta velocidad a través de una pista llena de placas de fuerza.
Los resultados indican que la longitud de la zancada de los guepardos es más larga y pueden ir incrementando el número de zancadas por segundo a medida que van acelerando. Mientras corren a una velocidad pausada de 9 metros por segundo (32.4 Km/h), los guepardos dan 2.3 zancadas por segundo, y al acelerar hasta 17.8 metros por segundo (64 Km/h) suben a 3.2 zancadas por segundo. Se cree que los guepardos salvajes podrían alcanzar hasta 4 zancadas por segundo.
Por otra parte, los galgos utilizan siempre 3.5 zancadas por segundo, independientemente de la velocidad a la que corran.
La clave está en que la distribución del peso entre las extremidades del guepardo varía con el aumento de la velocidad. A altas velocidades, los cuartos traseros del animal soportan la mayoría del peso corporal, siendo el apoyo de un 70% cuando el animal corre a 18 metros por segundo (64 Km/h). Sin embargo, en el galgo el soporte es del 62%.
Un mayor apoyo del peso en las extremidades posteriores puede reducir el riesgo de resbalones en los momentos de propulsión del animal y así conseguir ser los más veloces.