En estudios previos, una gran cantidad de investigadores de psicología han sugerido que en casi todas las situaciones, el sexo ocasional es perjudicial para nuestro bienestar psicológico.
Sin embargo, investigaciones recientes sugieren que no todo el sexo ocasional es malo. Para los que están interesados, puede aumentar nuestro bienestar, nuestra autoestima y disminuir la ansiedad. La investigadora y sexologa, Zhana Vrangalova aclara que depende del contexto y de la personalidad de la persona.
La mayoría de personas sin restricciones desean y disfrutan el sexo ocasional
En el lenguaje de las ciencias sociales, el rasgo de la personalidad que mide los grados de interés en las relaciones sexuales ocasionales se denomina sociosexualidad. La orientación sociosexual es una tendencia relativamente estable hacia o lejos de las relaciones sexuales ocasionales, determinado por una combinación de factores hereditarios, aprendizaje sociocultural y las experiencias pasadas.
La personalidad juega un papel muy importante; cuándo actuamos con autenticidad los beneficios son mayores. Si eres sociosexualmente sin restricciones, o simplemente deseas el sexo ocasional, es posible derivar beneficios psicológicos de esta práctica, ya que al actuar acorde a tu personalidad estarás preparado para sentirlo de una forma más plena.
Los amigos con derecho adquieren una mayor autoestima, más bienestar y reducen la ansiedad
El estudio se realizó en 371 universitarios, a los que se le preguntó sobre su comportamiento sexual y bienestar psicológico durante un periodo de 9 meses. Al final del estudio, el 42% de los sujetos habían practicado sexo fuera de una relación, y este comportamiento se asoció a un aumento de la autoestima, del bienestar y de la reducción de las ansiedades y depresión.
Realizar este tipo de práctica no es una excusa para no llevarla a cabo sin protección o en pleno conocimiento de nuestras capacidades; la mala fama que adquiere el sexo ocasional es que en muchos de los reportes, se ha llevado ocasionado sin condón o bajo los efectos del alcohol.
Fuente | Pacific Standard