El terrible peligro del Cannabinoide sintético (Spice)

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En Medciencia son varias las ocasiones en las que hemos descrito las graves consecuencias del consumo de drogas. Hoy hablaremos de una moda medianamente reciente entre los jóvenes está trayendo de cabeza a las autoridades reguladoras de drogas y sustancias ilícitas. El acceso fácil y la dificultad que conlleva su detección en los test estándar de consumo de drogas han aumentado su popularidad, en parte también por la percepción sana y natural de la mezcla de hierbas que conforman el “Spice”. La realidad es bien distinta. Se cree que el Spice es responsable de problemas de insuficiencia renal, psicosis, ictus, coma y muerte en miles de jóvenes hasta la fecha.

Spice, el cannabinoide sintético

El cannabinoide sintético o Spice se compone de moléculas diseñadas en laboratorio para imitar los efectos del tetrahidrocanabinol (THC). Al igual que sucede con la marihuana, el consumo de esta reciente droga estimula el receptor cannabinoide tipo 1 del cerebro (CB1R), responsable de los efectos psicotrópicos del THC. Aunque muchas veces la gente se refiera al Spike como “cannabis sintético” o “maría falsa” no hay que confundirlos con un compuesto similar al cannabis. La razón por la cual se les conoce como cannabinoides es porque interactúan con los receptores cannabinoides del cerebro y el resto del cuerpo. De hecho, sus nombres de laboratorio no tienen nada que ver con la planta verde. XLR-11, PB-22, AB-FUBINACA, MAB-CHMINACA, 5F-AMB son algunos de los nombres encriptados de las sustancias sintéticas más recientes.

Estas drogas sintéticas son manufacturadas en laboratorios clandestinos, donde las distintas sustancias son rociadas en hierbas secas parecidas al tabaco y vendidas en paquetes económicos. Algunos de estos envoltorios incluso advierten que su uso no es apto para el consumo humano, posiblemente como una estrategia más para acceder al mercado. Muchos jóvenes creen que el efecto es natural pero desconocen que el componente químico y altamente tóxico está impregnado, por no decir oculto, en las hierbas secas. Para dificultar todavía más la labor de las autoridades, las marcas van cambiando de nombre con mucha frecuencia al igual que la propia droga. La técnica es similar a la que desarrollan las grandes farmacéuticas, sólo que en lugar de buscar la mejora y seguridad de los medicamentos, los diseñadores de cannabinoide sintético varían las moléculas de sus fórmulas para evadir prohibiciones sin comprometer los efectos psicoactivos de sus productos. De esta forma, los consumidores de Spice nunca pueden estar seguros de qué droga o combinación de drogas están introduciendo en su cuerpo, y mucho menos de si la sustancia es segura o al menos apta para su consumo.

Estudios sobre los cannabinoides sintéticos

Samuel Banister de la Stanford University, Iain McGregor de la University of Sydney y Roy Gerona, de la UC San Francisco demostraron en un estudio reciente que los efectos de este tipo de drogas son hasta 700 veces más potentes que el THC, probablemente debido a su mayor toxicidad. Las llamadas a unidades de emergencias por consumo de cannabinoide sintético aumentaron un 229% en 2015 respecto al año anterior únicamente en Estados Unidos. Varios casos están relacionados con la sustancia MAB-CHMINACA, pero otros casos posibles de intoxicación por cannabinoides sintéticos nuevos pueden no haber sido identificados debido a la problemática que explicamos anteriormente. A medida que más variantes del Spice aparecen en el mercado, también aumentan el número de muertes relacionadas con su consumo.

Problemas con la regulación de los cannabinoides

En Estados Unidos, las drogas sintéticas son consideradas por la ley dentro de la Categoría I – la más restrictiva- junto con drogas como la heroína y el LSD. El problema es que ninguno de los nuevos cannabinoides está explícitamente recogido por esta ley. El proceso de identificación y consiguiente prueba en una corte de la similitud y procedencia de estos nuevos compuestos químicos es lento, lo que supone una cierta ventaja para los laboratorios clandestinos. Por ejemplo la MAB-CHMINACA, incluida en la Categoría I desde el mes pasado, es un derivado de la AB-FUBINACA, parte de dicha categoría desde el 2014.

Actualmente la industria farmacéutica tiene medidas reguladoras a través de patentes que las autoridades están poniendo en práctica para anticiparse al mercado de las drogas sintéticas. La herramienta que los profesionales de la salud tenemos más a mano es la prevención a través de la transmisión de información veraz a la población sobre los riesgos de este tipo de modas.

Si conoces a alguien que consume Spice u otro tipo de droga sintética quizás le harías un favor compartiendo con él este artículo y advirtiéndole de las devastadoras consecuencias que puede tener para su integridad física y psicológica. Para más información sobre drogas y adicciones te recomiendo este artículo de mi compañera Elisabeth Rigo.

Fuente: IFLScience, La Vanguardia

Imágenes: Wikimedia, Google

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