La Esclerosis Múltiple es una enfermedad neurodegenerativa que, por desgracia, empieza a manifestarse en los individuos de riesgo a edades precoces (entre los 20 y 40 años). Sus signos y síntomas son variopintos, siempre afectando al sistema nervioso central y la médula espinal, incluyendo problemas de visión, problemas de equilibrio y dificultad de movimientos musculares.
Esencialmente, se trata de una enfermedad autoinmune, donde nuestro propio sistema inmunológico ataca a las células del sistema nervioso (concretamente a una proteína llamada mielina, que cubre y protege a las células nerviosas) tomándolas como “ajenas”. A día de hoy hay pocos tratamientos que funcionen, y ninguno cura la enfermedad. Aunque, curiosamente, parece haber cierta mejoría de la Esclerosis Múltiple en invierno.
Ahora, gracias a una prueba piloto del Hospital Real Hallamshire, podríamos tener un nuevo tratamiento con asombrosos efectos.
El tratamiento contra el cáncer… y contra la Esclerosis Múltiple
En anteriores ocasiones ya se había hablado de tratamientos novedosos contra la Esclerosis Múltiple con grandes efectos, como es el caso de las células madre o la inmunoterapia (ambos tratamientos usados contra el cáncer, de forma más reciente).
Sin embargo, esta vez se trataría de usar un tratamiento ya conocido en algunos tipos de cáncer como los que afectan a las células sanguíneas (leucemia), y cuya prueba en 20 individuos parece haber dado buenos resultados. El tratamiento se denomina trasplante autólogo de células madre hematopoyéticas o HSCT en sus siglas inglesas.
Y no, no tiene nada que ver con las “células madre” mencionadas anteriormente, ya que en este caso lo que se lleva a cabo es una especie de destrucción del sistema inmune disfuncional del individuo (en los casos de leucemia, donde el cáncer se encuentra en sangre afectando a células del sistema inmune). Posteriormente, se reconstruye dicho sistema inmune gracias a las células madre de la medula espinal, las cuales se obtienen de la misma sangre normofuncionante del mismo paciente (por eso se llama “trasplante autólogo”). Son células poco desarrolladas, pero su función es la de acabar creando células del sistema inmune.
¿Por qué ha funcionado este tratamiento en la Esclerosis Múltiple?
Y es por eso por lo que se ha pensado en usar este sistema de tratamiento agresivo, ya que lo que se consigue en este caso es “reiniciar” el sistema inmune del individuo. En el caso del cáncer, dicho sistema inmune se encontraba funcionando mal y creando un exceso de células inmunes que provocaban más perjuicios que beneficios.
En el caso de la Esclerosis Múltiple, lo que sucede es que el sistema inmune ataca al sistema nervioso. Si devolvemos el sistema inmune al momento anterior a la enfermedad, es posible que evitemos que se produzca este ataque autoinmune.
Por el momento los resultados han sido bastante buenos, y algunos pacientes paralizados han vuelto a caminar. A pesar de esto, habrá que esperar a ver los resultados a largo plazo.
Vía | BBC.