¿Es posible cambiar de la noche a la mañana de personalidad? ¿Se puede pasar de ser una persona muy extrovertida dedicada al mundo del porno a convertirse en una persona tímida e introvertida? Aunque parezca mentira y completamente contradictorio, se han dado casos de ese estilo.
El último claro ejemplo lo ha protagonizado una ex conejita de Play Boy, Kerri Parker, que también hacía de doble de Megan Fox.
Un fuerte dolor de cabeza fue el comienzo de la odisea
Hace un año, Parker comenzó con un dolor inusual de cabeza. No se trataba de la típica resaca tras una noche de desenfreno, pues el dolor era diferente a los que había tenido hasta el momento.
Los peores presagios se confirmaron cuando Parker se realizó una imagen por resonancia magnética: un tumor de 4 centímetros se encontraba alojado en la parte delantera del cerebro, en el lóbulo frontal.
Este fue el punto de partida de la odisea que iba a vivir Parker, aunque días antes de someterse a la operación confesaba que no tenía miedo, que lo importante era estar con los seres que más quería en ese momento.
Después de que le extirparan el tumor cerebral, Parker, que había pasado muchos años rodeada de gente rica y famosa gracias, sin duda, al carisma que desprendía en las fiestas, cambió por completo:
“Me siento como si hubiera tenido un trasplante de personalidad, soy una persona completamente diferente. Mis gustos han cambiado, mis amigos son diferentes y en vez de ir a beber, prefiero pasar el fin de semana de relax en mi barco. Es extraño. Yo solía ser el corazón y el alma de la fiesta y ahora soy muy tranquila”, relata Parker.
De hecho, Parker se ha alejado de los focos y se ha ido a vivir de nuevo con su madre. En definitiva, se ha convertido en una nueva persona de un día para otro.
¿Por qué ocurrió este repentino cambio de personalidad?
La razón de que Parker experimentara este gran cambio se debe a que en el lóbulo frontal del cerebro se encuentra gran parte de lo que somos: nuestra personalidad.
Esto se puede ver fácilmente cuando esta zona del cerebro sufre daños como ocurre en las demencias frontales. La pérdida de neuronas que ocurre a este nivel produce importantes cambios en la personalidad del enfermo.
Algo similar le ocurrió a Parker, aunque en lugar de ser debido a una demencia, ocurrió por las secuelas que dejó la cirugía.
Hay que tener en cuenta que siempre que se realiza una operación en el cerebro, existe un riesgo de dejar secuelas de por vida, es inevitable; y dependiendo de la zona en la que nos encontremos, éstas serán de un tipo o de otro.
La experiencia tan curiosa que ha vivido de primera mano Parker nos demuestra una vez más lo increíble que es nuestro cerebro. ¿Cómo es posible que todo lo que somos, todo lo que pensamos, oímos, vemos y sentimos a nuestro alrededor, provenga de una red de miles de millones de neuronas que se conectan unas con otras?
La naturaleza nunca dejará de sorprendernos.
Fuente: Nine News