El valor del trabajo individual en un deporte de equipo

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A menudo nos encontramos con la creencia de que son los equipos los que ganan partidos y no un jugador en particular, y esto es real, pero no solemos pensar en el valor que tiene lo individual en el deporte de equipo. Nos olvidamos de hacer hincapié en todo lo que hay que potenciar de forma individual para que el equipo funcione.

Cuando pensamos en un equipo de fútbol se nos viene a la mente los 11 jugadores que disputan el partido, pero ¿y el resto del equipo, como el entrenador, el fisioterapeuta, el medico, el psicólogo, los preparadores físicos, y el resto de jugadores que o no están convocados o están en el banquillo? Todos ellos forman el equipo y todos ellos han de tener ciertas características individuales óptimas para que el equipo titular consiga ganar un partido.
Es importantísimo respetar las diferencias individuales para potenciar y fortalecer al equipo e intentar sacar de cada deportista su nivel óptimo de rendimiento. No se trata de sumar individualidades sino de potenciar dichas características dentro del equipo. Es imprescindible que el entrenador se centre en las características individuales, técnicas y emocionales y detectarlas y respetarlas como norma principal.

¿Qué nos ofrece el deporte a nivel individual?

El deportista madura y crece junto al deporte, el cual ofrece una serie de habilidades que se van potenciando a lo largo de su carrera deportiva, tales como:

  • Constancia: Ayuda a la persona a permanecer en el camino hacia el objetivo.
  • Desarrollo de la autoconfianza: Estimula la autoestima y la confianza en uno mismo.
  • Socialización: Se adquieren patrones sociales adecuados.
  • Creatividad: El deporte amplia la visión que tenemos del entorno,.
  • Orientación hacia la meta: Capacidad para focalizar la atención en objetivos
  • Responsabilidad hacia el cuerpo y la salud: Compromiso en cuidarse y adquirir hábitos saludables.
  • Tolerancia a la frustración: Promueve la aceptación ante la derrota.
  • Mejora de la toma de decisiones: Capacidad para resolver conflictos.
  • Valores: Compartir, respeto, humildad, entre otros
  • Legitima el sacrificio: Normaliza los esfuerzos y se siente satisfecho por ello.
  • Trabajo en equipo: Capacidad para relacionarse con su entorno y conseguir objetivos comunes.

Cuanto más altos sean estos recursos individuales más se multiplica la fuerza del equipo y se convierte en un equipo efectivo, en el cual todos sus jugadores alcanzan un rendimiento adecuado. El deportista inteligente es aquel que crece como profesional pensando en su equipo y que va adquiriendo y potenciando todas las áreas necesarias para un mayor rendimiento individual y en la interacción con su equipo.

¿Qué hacemos los psicólogos deportivos?

Uno de los roles que tenemos los psicólogos del deporte es el asesoramiento y apoyo al deportista, éste se encuentra enfocado a mejorar los recursos personales del deportista y a favorecer en el progreso de la calidad del manejo táctico y de comunicación. En definitiva, cambiar procesos cognitivos y emocionales que están implicados en el rendimiento y la práctica deportiva a través de la intervención psicológica. Por lo tanto, potenciamos todas aquellas habilidades antes descritas.

En resumen…

No debemos dejar de lado las características individuales de cada miembro del equipo ya que son el cumulo de todas ellas las que consiguen el éxito grupal. El conjunto de valores personales y particularidades de los deportistas y la buena aplicación que hagan de las mismas. El valor de características individuales, tales como el respeto, serán entre otras cosas lo que llevará a alcanzar la superación del grupo.

“El verdadero jugador de rugby es aquel que entendió que el que está al lado de él, con la misma camiseta, es un amigo y debe protegerlo y que el que está enfrente es un adversario y no debe lastimarlo” Anónimo

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