El veneno de la mamba negra es un potente analgésico

Con una serie de mordiscos, la mamba negra (Dendroaspis polylepis) nos inyecta un cóctel venenoso capaz de matar a un ser humano en 20 minutos. Pese a ser una mezcla tan letal, un reciente estudio realizado por investigadores franceses publicado en Nature ha descubierto que en ese cóctel hay dos proteínas que pueden bloquear el dolor en ratones al mismo nivel que la morfina con la ventaja de tener menos efectos secundarios que los opiáceos.

Estas dos toxinas, a las que han llamado “mambalgins”, se descubrieron en la búsqueda de alternativas a los opiáceos. Los opiáceos son  sustancias  muy utilizadas para paliar los dolores pero a larga pueden crear dependencia y otros efectos secundarios como disminución del ritmo respiratorio, estreñimiento y náuseas. Ya hablamos hace unos meses de que el veneno de ciertas caracolas, que ya se comercializa actualmente bajo el nombre de Prialt, se usa como alternativa a la morfina o derivados. También se ha estudiado el veneno de ciertas arañas, escorpiones y anémonas para su uso en la medicina. Esperemos que el veneno de la mamba negra también pueda ser uno más en la lista de alternativas.

Sin efectos secundarios

Para comprobar los efectos analgésicos de estas dos proteínas introdujeron a ratones en agua caliente previamente inoculados con estas sustancias de manera que les cubriera la cola y las patas. El resultado fue que toleraron hasta dos veces más la temperatura que los animales no tratados. Estas toxinas también protegen de la hipersensibilidad al dolor después de las inflamaciones de los tejidos. Tras 5 días de tratamientos seguidos con “mambalgins” y opiáceos los ratones desarrollaron tolerancia a ambos pero los efectos fueron menos pronunciados con las “mambalgins”. Otra de las ventajas es que no se observó ningún efecto secundario.

Las “mambalgins” son potentes, rápidas y actúan sobre unas estructuras fisiológicas llamadas canales iónicos, inhibiéndolos. La novedad es que los canales sobre los que actúan no se habían relacionado nunca con el dolor y están presentes tanto en neuronas del Sistema Nervioso Central como en neuronas del Sistema Nervioso Periférico.

Actualmente, este estudio ha sido probado únicamente en ratones y aunque ha sido exitoso falta comprobar que sea igual de efectivo en humanos. Esperemos que así sea, cualquier alternativa que sea mejor que cualquier otro método siempre es positivo y necesario.

 

Fuente: Nature, sinc


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